Interculturalidad: MUJERES WAORANIS EXPONEN SUS ARTESANÍAS
iNVITAN A SU EXPOSICIÓN EN QUITO DESDE EL GRITO DE LA DEFENSA DE LA TIERRA, CON TODO SUS MENSAJE Y SU CULTURA QUE NO LA QUIEREN PERDER Y DEFNDERAN CON SU VIDA SU CASA QUE ES AL SELVA Y LA TIERRA QUE ES SU MADRE, HAN EXPRESADO LOS DIRIGENTES
Desde nuestro corazón y con nuestras manos.
Coloridas artesanías para celebrar la vida!
Artesanías WAORANI
Para celebrar a Mamá…
Encuéntranos del 11 al 13 de Mayo en nuestro Stand, Granados Plaza, Quito.
[Pastaza]
En la selva, los niños disfrutan del lodo,.. y son felices practicando algún deporte como fútbol o simplemente a su manera, porque nadie les quita el derecho a su felicidad en medio de la pobreza, es parte de la vida en las comunidades del interior selvático, como en la comunidad Wiririma , parroquia Rio Tigre, Pastaza.
Wirririma, una comunidad de la nacionalidad sapara perteneciente a la parroquia río Tigre, cantón Pastaza cerca de la frontera con Perú, ubicada a una hora y cinco minutos desde el aeropuerto Rio Amazonas de Shell en avioneta, donde habitan cerca de 30 familias entre achuar, shiwiar, kichwa y sapara.
Ahí, hace un año el Gobierno Municipal instaló el primer sistema de Internet satelital en plena selva, como único medio para comunicarse con el país y el mundo. Fue algo grandioso para ellos.*Nosotros estamos muy agradecidos con el Dr. Roberto De al Torre por esta gran obra que ha beneficiado sobre todo a nuestros alumnos, a los niños de nuestro único centro educativo, con mas de 50 estudiantes, que por primera vez han podido conocer el mundo a de internet, señalo.
Con motivo del 98 aniversario de la parroquia Rio Tigre, llegaron por primera vez a este sitio un grupo de familias peruanas desde el sector fronterizo peruano 22 de Octubre del Distrito de Andoas, para participar de estas fiestas de la comunidad y ahí participaron de encuentros deportivos, juegos ancestrales, en medio del regocijo y amista, luego de la firma de la Paz donde ahora cruzan los ríos libremente, Ellos llegaron Wiririma luegio d eun dia en ac no motor.
Wiririma es una comunidad dentro de la territorialidad de la nacionalidad sapara, pero alli habitan mayormente achuar, ademas de kichwas y shiwiar. NO hablan sapara, pero un docente del sector indico que dentro del código de educación berlingue intercultular están enseñando a los niños en la escuela el idioma sapara para que no se extinga, aunque territorialmente pertenece a la nacionalidad sapara. Esta comunidad, es una de las pocas que cuenta con paneles solares pero hace falta muchas necesidades básicas como agua, letrinizacion, no cuenta con centro de salud y los niños se enferman de parasitosis y paludismo
Luego de la inauguración, la señorita Jackeline Ankuash, de la Nacionalidad Shuar de Pastaza, fue electa como Reina de las nacionalidades en la presente edición de los Juegos Ancestrales.
Los días 7 y 8 de diciembre, los deportistas cumplieron satisfactoriamente las 25 actividades deportivo-culturales en los distintos escenarios.
La delegación que más puntaje obtuvo, fue Kichwa de Pastaza, con 537 puntos luego de ganar las finales en Fulbito y Ecuavoley y por la destacada participación en juegos populares y ancestrales.
La tabla general por equipos quedó de la siguiente manera:
Kichwa de Pastaza 537 puntos
Achuar 298 puntos
Zápara 260 puntos
Kichwa de Napo 254 puntos
Shuar de Pastaza 244 puntos
Cofán 241 puntos
Waorani 201 puntos
Andoa 191 puntos
Shiwiar 152 puntos
Shuar de Morona Santiago 87 puntos
La jornada de estas actividades ancestrales finalizó con la presentación de danzas de cada nacionalidad y la premiación en el Pabellón de los Deportes de Federación Deportiva de Pastaza. En una emotiva despedida, Sandra Chango, coordinadora de los Juegos Ancestrales, agradeció por el apoyo brindado y puntualizó que se debe institucionalizar la organización de estos juegos para visibilizar a la Amazonía y sus nacionalidades.
Ahora, estos deportistas de las nacionalidades se prepararán para participar en el 2019, en los Juegos Nacionales de los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador.
30 noviembre 2018
21 noviembre 2018
EN CURINTZA LA GENTE SE BAÑA A LA 7 DE LA NOCHE EN LA OSCURIDAD O AL SON DE LA LUNA
En Curintza, comunidad shiwiar de la parroquia Montalvo, cantón Pastaza, las mujeres lavan la ropa, los niños se bañan pasadas las 6 pm y más en la noche para refrescarse, por el inmenso calor, en el único riachuelo, de fuente de agua natural que hay cerca del centro poblado. El río Corrientes esta a 20 minutos de camino, ademas es peligroso en la noche.
De ahí cogen el agua para cocinar los alimentos, porque no tienen sistema de agua tratada ni entubada. No hay energía eléctrica, ni letrinización. Una comunidad que esta a solo 5 minutos de vuelo desde la cabecera Montalvo…caminando por pica se hace mas de 8 horas…
La gente es muy participativa, hacen mingas, juegan voley, fútbol, a su manera, y las 03h00 se despiertan a tomar la guayusa para eliminar las toxinas y llenarse de energía.Anteriormente Curintza fue cabcera parroquial de la parroquia Rio Corrientes, pero luego por le nuevo ordenamiento territorial que desarrollo el Municipio, paso a ser parte de al parroquia Montalvo. Son como 60 familias que habitan este pequeño lugar de la selva
*Es la vida en la selva*
Canelos, Octubre 2018
Recuerdos de lo que fue el XV Congreso de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza que adopta la denominación de PASTAZA KICHWA KIKIN RUNAKUNA TANTANAKUY. Llenos de alegría de volver a ver después de 15 años esa masividad de más de 600 dirigentes en un congreso hecho por las bases, como en los grandes tiempos de nuestra OPIP, expresaron.
BELLEZA COFAN
viernes 20 julio 2018
EN KURINTZA REFUERZAN LA DANZA SHUAR A TRAVÉS DE TALLERES.
16 participantes, entre niños, niñas y jóvenes formaron parte de este curso, con una duración de 10 días, en total fueron 40 horas de capacitación; donde realizaron danzas autóctonas como: Tsukanka, kawas y Uwi (baile del loro, de la chonta)…
Yacuambi.- Con el fin de rescatar las culturas de los Pueblos y Nacionalidades de Zamora Chinchipe, el Gobierno Provincial, a través de la dirección de Gestión Social Turismo e Interculturalidad, viene realizando talleres de rescate a su identidad. Esta vez en la comunidad de Kurintza, del cantón Yacuambi, se efectuó la clausura del taller de danza Shuar.
16 participantes, entre niños, niñas y jóvenes formaron parte de este curso, con una duración de 10 días, en total fueron 40 horas de capacitación; donde realizaron danzas autóctonas como: Tsukanka, kawas y Uwi (baile del loro, de la chonta).
Rogelio Andrade, director de este departamento, manifestó que es necesario valorarse, “vamos a hacer que nuestra cultura se visibilice, no dejemos que el mundo acabe con la Nacionalidad Shuar; un pueblo que pierde su cultura lamentablemente está destinado a desaparecer, por ello, les invito a seguir fortaleciendo sus raíces”.
Bolivar Sukanga, presidente de la comunidad en su idioma agradeció a las autoridades de la misma manera indicó; “por intermedio de esto rescatamos nuestras costumbres, lo que antes nuestros abuelos mantenían la costumbre de todo ritual; agradecer al Prefecto y Viceprefecta por estos aportes”.
Para la clausura de este taller, la viceprefecta Karla Reátegui, estuvo presente y resaltó que es una iniciativa que se deja en las comunidades; “agradecerle a este barrio por el empeño para su culminación, desde el Gobierno Provincial, estamos trabajando en los talleres del derecho propio, a nombre del prefecto Salvador Quishpe Lozano, nuestro compromiso de seguir trabajando para la recuperación social”.
Para este fin de mes, se realizará el análisis de la justicia indígena, misma que estará presidida por Celestino Chumpi.
domingo 15 julio 2018
La Comuna San Jacinto del Pindo, Pastaza, celebro 71 años de creación, entre lo ancestral y lo mestizo, los actos se desarrollaron en la comunidad Amazonas. La comuna Kichwa San Jacinto que se ubico en lo que es Puyo, fue la primera en organizarse, hoy cuenta con 37 comunidades cercanas a Puyo, y que son parte de la parroquia Tarqui y Madre Tierra
RESEÑA HISTÓRICA
Los indios quichuas (Kichwas), denominados también indios Canelos o alamas fueron los primeros indígenas de la Amazonía en ser sometidos al cristianismo por parte de la Iglesia Católica, a través de los Dominicos y Jesuitas, que permitió afianzar la colonización en sus zonas.
La declaración de la Iglesia en 1967: que todos los indios del antiguo imperio Inca habían aceptado el cristianismo, no era muy católica que digamos; los Canelos no estaban incluidos en esta declaración, ya que habían sido los primeros en cristianizarse, según el historiador Rodolfo Toranzo.
Los indios Kichwas, llamados en principio Canelos, por ubicarse en el denominado País de la Canela debido, a la abundancia de canelo en la zona, fueron bautizados como alamas (hermanos) por parte de los Dominicos, que fueron los primeros religiosos en llegar a Pastaza, justamente en lo que hoy es la parroquia Canelos, la más antigua de la Amazonía Ecuatoriana.
En 1581, los Dominicos fundan Canelos, en la desembocadura del río Pindo y 1782 las epidemias, alzamientos y luchas de resistencia indígena, reducen a 18 mil pobladores. Desaparecen el 100 % de los Roamayna; el 90% de záparas, el 80% de los Gayes, el 70% de los Andoa y el 60% de los Avijira
En 1624, entró a este lugar el primer padre Dominico, Sebastián Rosero, y en 1891 se establecen definitivamente los Dominicos españoles, fundando el Primer Vicariato Apostólico. De ahí en adelante comenzó el sometimiento al catolicismo a los indios Kichwas, que posteriormente se convirtieron en los primeros aborígenes amazónicos incorporados a la civilización occidental.
ORGANIZACIÓN
Según el padre dominico, misionero, Antonio Cabrejas, los nativos de la zona que vivían dispersos en grupos familiares reducidos a lo largo de los ríos, sin mayor sentido comunitario ni conciencia de tribu, comenzaron a agruparse por iniciativa de los misioneros a fines del siglo XIX. Con la concentración y vida en comunidad se inicia también su organización: se establece la institución de los varayos, con el curaca al frente, nombrados cada año por los misioneros que en aquel entonces actuaban muchas veces como delegados del Gobierno Nacional.
En lo que es hoy Puyo, parque 12 de mayo, estuvo ubicada la casa ceremonial de los Pinducruna, conocidos como comuna “San Jacinto del Pindo” desde el 11 de marzo de 1947, cuando los Kurakas encabezados por Severo Vargas, lograron un acuerdo con el entonces presidente Velasco Ibarra, que legitimaba, bajo los principios establecidos en la Ley de Comunas, la organización de los Kichwas de esta parte de sus territorios.
Tanto el marco legislativo vigente –a través de la Ley de Reformas Agrarias y Estado-, influyeron para que las comunidades de los pueblos huaorani, zápara, achuar, shiwiar y especialmente kichwa, se aglutinen en torno a un modelo organizativo ajeno a sus prácticas y cosmovisión, aunque funcional a sus necesidades y urgencias políticas.
En ese contexto y con la participación de 70 delegados de Arajuno, Chico Méndez, San Jacinto del Pindo, Sarayacu, Santa Clara, Pakayacu, Montalvo y Canelos, se realiza la primera Asamblea de la FECIP (Federación de Centros Indígenas de Pastaza) en la comunidad de Puyopungo, entre el 19 y 21 de diciembre de 1977. Sus objetivos fueron crear “una fuerte organización que aglutine a todas las comunidades indígenas de Pastaza y luchar contra la marginación socioeconómica, política y cultural”.
EL ENTORNO NATURAL DE NUESTRAS COMUNIDADES INDÍGENAS Y SU CONVIVENCIA EN EL INTERIOR SELVÁTICO DE PASTAZA, EN EL SECTOR MAKUSAR, ZONA ACHUAR, PARROQUIA RIO CORRIENTES….Fotos. Notiamazonia
Tzantza, tsantsa1 o cabeza reducida es la práctica del pueblo indígena Shuar de «reducir cabezas». Este místico procedimiento, hacía que el nativo momificase y conservara las cabezas de sus enemigos como talismán y trofeo de guerra.
Proceso de elaboración
El proceso de crear una cabeza reducida o tzantza consta de varias etapas. El matador utiliza su etsemat y lo introduce por la boca y el cuello de la cabeza cortada, luego se lo amarra y huye rápidamente. Se comienza realizando un corte cerca de la clavícula, detrás de la cabeza, y cuidadosamente se separa la piel del cráneo. Posteriormente se realiza una incisión en la parte superior del cuello, y la piel, la grasa y la carne se retiran del cráneo. Se colocan semillas rojas debajo de los párpados cosidos y la boca se une con tres pasadores de palma. Se coloca una bola de madera con el fin de mantener la forma. La piel se hierve entre 15 y 30 minutos en agua y una gran variedad de hierbas que contienen taninos, que evitan la caída del cabello. Este proceso reduce su tamaño a la mitad. Luego se seca la piel con humo y se utilizan rocas calientes y arena para moldear la cabeza y que ésta conserve su forma humana y facciones. Una vez seca, se da vuelta la piel y todo vestigio de carne se elimina con un cuchillo, para prevenir posibles olores y evitar la degradación. Se cose la parte posterior donde se realizó el corte. Se secan los labios con un machete al rojo vivo y se le clavan tres espinas de chonta y se amarran con cuerdas. Para finalizar, se tiñe la piel con ceniza de carbón, y se añaden granos decorativos.
En la tradición de la reducción de cabezas, se cree que el recubrimiento de la piel con la ceniza, mantiene el mésak, o alma vengadora, e impide que la misma se escape y tome venganza contra su verdugo. Las cabezas reducidas se caracterizan por su prognatismo mandibular, distorsión, y contracción de los laterales de la frente, los cuales son resultados de la retracción. El proceso completo de reducción suele durar aproximadamente 6 días, y la cabeza terminada llega a tener el tamaño de un puño.
Entre los pueblos indígenas Shuar y Achuar la reducción de cabezas era seguida por una serie de fiestas centradas en los rituales importantes.
El comercio de cabezas reducidas
Cuando los occidentales crearon una demanda económica de cabezas reducidas, hubo un fuerte aumento en la tasa de homicidios en un esfuerzo por suministrar a los coleccionistas y turistas. El término «headhunting» surgió a partir de esta práctica. Las armas eran, por lo general, lo que los shuar adquirían a cambio de sus cabezas reducidas, la tasa era un arma de fuego por cabeza. Pero las armas no eran los únicos artículos intercambiados. Durante la década de 1930, cuando los intercambios entre jefes se practicaban libremente, una persona podía comprar una cabeza reducida por alrededor de veinticinco dólares. Se puso fin a esta práctica cuando los gobiernos de Perú y Ecuador trabajaron juntos para prohibir el tráfico de las cabezas.
En la década de 1970, animados por este creciente comercio, personas de Colombia y Panamá no conectados a los shuar, comenzaron a realizar falsificaciones de las tzantzas, para su comercialización. Utilizaron cadáveres de las morgues, partes de monos o perezosos, e incluso piel de cabra. Kate Duncan escribió en 2001 que «se ha estimado que alrededor del 80 por ciento de las tzantzas en manos privadas y museos son fraudulentas», incluyendo tzantzas femeninas o que tengan un torso completo en lugar de sólo una cabeza.
Thor Heyerdahl relata en Kon-Tiki (1947)ː «El problema de entrar en el área de los shuar, en Ecuador, para obtener madera balsa para la expedición, era el temor de que la población local guiara al equipo a la selva y los asesine para reducir sus cabezas».
Desde la década de 1940, ha sido ilegal la importación de cabezas reducidas en los Estados Unidos.[cita requerida]
En 1999, el Museo Nacional del Indígena Americano repatrió auténticas cabezas reducidas de su colección, para el Ecuador. La mayoría de los países también han prohibido el comercio.
En la actualidad, las réplicas reducidas se fabrican como objetos curiosos para el turismo comercial. Estos están hechos de cuero, pieles y animales formados para parecerse a los originales.
Significado
La práctica de la reducción de cabezas tenía originalmente un significado religioso, disminuyendo la cabeza de un enemigo se creía que se tomaba el espíritu de éste y se lo obligaba a servir al reductor, evitando que el alma regrese a vengar su muerte. Servía también como instrumento intimidante para enemigos y como trofeo de guerra para ser exhibido con orgullo por el vencedor.
Los shuar creían en la existencia de tres espíritus fundamentales:
- Wakani – Innato del ser humano, por lo que sobrevive a su muerte.
- Arutam – Literalmente «visión» o «poder «, protege a los humanos de una muerte violenta.
- Mésak – espíritu vengativo, emerge cuando una persona portadora del espíritu Arutam es asesinada.
Esta práctica se realizaba para bloquear los poderes de este último espíritu. Los propietarios de los trofeos no los guardaban durante mucho tiempo. Muchas cabezas se utilizaron posteriormente en las ceremonias religiosas y las fiestas que celebraban las victorias de la tribu.
Belleza:
Jade Gualinga, de la nacionalidad Kichwa, de Sarayaku, Pastaza, modelo y presentadora de TV.
¿Quiénes son los waoranis y los taromenanes y que territorio ocupan del país?
Existe un mundo que habita bajo el manto amazónico. Poblaciones que conservan muchas de las raíces y costumbres ancestrales entre ellas la huaorani y la taromenane.
Los huaoranis están dispersos por las provincias de Napo, Pastaza y Orellana, y ocupan parte del parque Yasuní. No se sabe con exactitud cuántos son, pero se estima que unos cuatro mil.
Por años lucharon por la no incursión de las empresas petroleras a la selva, pero fue inevitable.
Algunas de las comunidades huaoranis viven alejadas de las estaciones petroleras y realizan actividades como la caza y la agricultura.
Pero muchas otras sí viven en los alrededores de los campos de petróleo y trabajan para esas empresas.
Hablan huao-terero, una lengua única en el mundo, que no guarda relación con ningún otro idioma.
Por los más de nueve mil kilómetros de territorio que compone el Yasuní, están dispersos los taromenanes, indígenas no contactados con el mundo exterior. Ellos no saben lo que es Ecuador, ni de fronteras, ni de leyes.
Poco se sabe de ellos, se cree que su población es de unos 300 habitantes y su lengua es parecida a la huao-tereto.
El último contacto registrado fue en 1993, cuando se dio un conflicto con pobladores huaoranis.
Fue por una mujer, Omatuki, que era taromenane y fue secuestrada por Babe, el líder huaorani quien después de casi un mes decidió devolver a la mujer, pero cuando se acercaron al territorio taromenane estos reaccionaron y mataron al hijo de Babe, llamado Carlos.
Once años después Babe vengó la muerte de su hijo y dejó encendido una serie de conflictos pocos conocidos a la opinión pública.
La constitución ecuatoriana le dedica un capítulo a los derechos de los pueblos y nacionalidades que se compromete a conservarlos y precautelar sus derechos. La violación de estos constituye un delito de etnocidio.
/ Reporte publicado en el Universo Sábado 07 de junio del 2003 seccionEl País/
En 1993 se conoció de la existencia de taromenane
Marcelo Gálvez | PUYO
TIGÜINO, Orellana.– En esta fotografía, captada en 1993 desde un helicóptero, se observa a un grupo de taromenane. Hay adultos y niños apuntando con sus lanzas a la aeronave.
Hasta el año 1993, se pensaba que los denominados tagaeri, que en kichwa significa puca chaquis o patas coloradas, eran los únicos indígenas nómadas en estado primitivo que habitaban una vasta zona del área intangible en la selva ecuatoriana, entre las provincias de Orellana y Pastaza.
Pero a mediados de ese año, en su intento por contactar a los tagaeri, los huaorani asentados en Tigüino y guiados por el jefe guerrero Babe Ima se adentraron en el sector de Cuchiyacu y secuestraron a una mujer llamada Omatuki, quien les reveló la existencia de los taromenane.
Este testimonio de Héctor Vargas, guía de selva que por 20 años ha laborado en la zona de los huaorani, en Bataburo y Tigüino, coincide con el del misionero capuchino e historiador sobre los huaorani Miguel Ángel Cabodevilla.
Según Vargas, los taromenane son guerreros más fuertes que los tagaeri, por eso estos los aniquilaron y tomaron posesión de su territorio.
Los taromenane son nómadas y sus integrantes andan completamente desnudos.
El antropólogo Carlos Duche indicó que los tagaeri y taromenane han sido un rezago de los últimos huaorani, que se internaron en la selva para evitar el contacto con la civilización.
En su intento por evangelizarlos, el Instituto Lingüístico de Verano, en 1956, ingresó por primera vez a la zona baja de los huaorani en el río Curaray (Pastaza).
Los misioneros que viajaban en avionetas se acercaban a los poblados indígenas y les arrojaban palas, machetes, caramelos y otros comestibles, al tiempo que les pedían que construyeran una especie de pista para poder aterrizar.
Al año siguiente, en el mes de junio, los primeros cinco misioneros aterrizaron en una playa del río Curaray, cerca de la actual población de Toñampari, pero murieron lanceados. La noticia ocupó las primeras planas de periódicos del mundo.
A raíz de este episodio les dieron a los huaorani la denominación despectiva de aucas (salvajes).
Pero los evangelizadores no desmayaron en su intento, y luego de 20 años lograron su propósito con la mayoría de los huaorani.
Según Vargas, existen alrededor de 300 taromenane, a quienes se les unieron algunas mujeres tagaeri.
El guía sostiene que los tagaeri tenían los pies anchos y pisaban normalmente, por lo que era fácil identificar sus huellas; mientras que los taromenane pisan solo con la parte delantera del pie.
Los taromenane usan el cabello corto y se lo cortan con machete. Sus lanzas tienen entre 5 y 8 metros de longitud, similares a las que utilizaban los tagaeri.
Los taromenane están ubicados, según Vargas, en la zona del río Nashiño, en la parte intangible y su misión es la de apropiarse de toda la franja sur del Parque Nacional Yasuní.
Dominación
Según textos de conocedores del tema huaorani, el proceso de dominación del pueblo huaorani comenzó con el establecimiento de misiones a través del Instituto de Lingüística de Verano (ILV), institución a la que el Gobierno le entregó la misión de darles educación.
Mientras el ILV realizaba su labor en la zona, las empresas transnacionales petroleras comenzaban la exploración y explotación del oro negro en este sector selvático.
Con el paso de los años los huaorani asentados cerca a los pozos fueron perdiendo sus tradiciones culturales.
Pero antes de la época evangelizadora, los huaorani se convirtieron en víctimas del auge cauchero (1880-1920).
Rubén Lara, etnólogo, en su libro Barbarie cauchera en la Amazonia ecuatoriana explica que los productores de caucho cazaban indígenas que luego los vendían como esclavos en Manaos (Brasil), Iquitos (Perú) y Madre Tierra (Bolivia).
El texto indica que los huaorani huían constantemente de los caucheros que operaban en Brasil y Perú y llegaban a territorio ecuatoriano.
“En Ecuador, los caucheros se internaban en la selva, muchas veces hasta un año y desafiaban el peligro de los huaorani asentados en las zonas aledañas a los ríos Curaray, Pastaza, Copataza y Tiputini.
Los caucheros, señala el libro, organizaban sus expediciones, provistos de carabinas que las enviaban desde Iquitos. En ese puerto fluvial peruano existían tres casas comerciales que compraban el caucho.
Las bellezas de nuestras jóvenes de las nacionalidades indígenas, en Pastaza
Andwa
kichwa
shiwiar
shuar
miércoles 23 may0 2018
Unidad Educativa María Auxiliadora de Macas realiza exposición cultural de comidas típicas, gastronomía y artesanías del pueblo shuar de Morona Santiago
Bebidas tradicionales como la chicha de caña, guayusa o la colada de plátano en pilche, son parte de esta exposición de estudiantes y padres de familia; pero ademas se demostró la rica variedad de las artesanías nativas, a base de mullos, shakira, decoraciones con pepas de la selva que utilizan las mujeres shuar, igualmente se brindó el caldo criollo, caldo de armadillo; la tilapia, la chonta, las papas jíbaras, entre otros productos de la zona, en una exposicón única.
jueves 22 marzo 2018
Se inició festival Witsaja, del pueblo sapara del Ecuador con el objetivo de mostrar su cultura y reivindicar su lengua,
El evento se cumple en el Malecón Boayaku Puyo. barrio Obrero, desde este jueves 22, viernes 23 y sábado 24 de marzo 2018, en jornada matutina y vespertina. El viernes a las 9h30 habrá un conversatorio: «Felicidad y comunidad, un camino hacia otras economías.En la tarde se expondrá música sapara, preparación de chicha, exposición de artesanías; sanación colectiva, ademas de stands de comidas típicas, mientras que el sábado se cerra a partir de las 18h00 con un concierto de música con grupos invitados.
La Unesco declaró el 18 de Mayo del 2001 a la Nación Sapara del Ecuador como Patrimonio Oral E Inmaterial de la Humanidad. Hoy apenas 575 saparas existen, y sólo 3 hablan el idioma. El nuevo consejo de gobierno Sapara trabaja para hablar Sapara
lunes 5 marzo 2018
La Nación Sapara del Ecuador realiza la Tercera asamblea extraordinaria para los días 5, 6 y 7 de marzo de 2018 en la comunidad Atatakuijia, Pastaza.
En este congreso donde estarán presentes representantes de las 7 comunidades trataran temas importantes como la próxima ronda petrolera en la Amazonia, explotación y resistencia, ademas del congreso binacional en Puyo sobre el tratamiento del peligro de extinción de su lengua, entre otros.
La Nación Sapara pueblo digno, libre y autónomo el día de mañana ingresará con el nuevo Consejo de Gobierno a la #MadreSelva para llevar acabo una importante Asamblea donde se decidirá el futuro de nuestra nación, por sus hijos e hijas, por las futuras generaciones, por una vida en armonia con la naturaleza, por el cuidado de nuestra cultura y saberes milenarios.
Trabajeremos en equipo y respetando la palabra de todos y todas, para juntos tomar decisiones organizativas, políticas, económicas y ambientales, acordes al mundo en el que queremos vivir libre de todo tipo de explotación, somos los herederos de grandes abuelos y abuelas que defendieron con su vida a la #PachaMama#Naku y así continuaremos, porque creemos que nuestra visión del mundo es la que permitirá la sostenibilidad de la especie humana en el planeta, manifestó su presidenta Nema Grefa
lunes 20 noviembre 2017
La Comuna Canelos, más antigua que la propia parroquia Canelos, prepara su fiesta tradicional en diciembre.
La fiesta ya empezo hoy 20 de noviembre con la tandachina, o minga para recoger leña de la selva, leugo viene la despedida de lso priostes y cazadores que se internan en al sleva para cazar solo lo permitido.
Domingo Tanchima, coordinador del evento, indicó que han establecido un Plan de vida para conservar las especies y cuidar los bosques, dentro del proyecto Socio bosque, por ello decidieron hacer esta fiesta cada dos años, con un año de gracia para que se reproduzcan los animales, solo permitiendo cazar lo permitido e indispensable para brindar a los invitados.
Los propios días, son tres del 22 al 24 de diciembre, donde hay un jolgorio desenfrenado, las mujeres bailan y danzan todo el día , mientras los hombres que retronaron de la cacería, están cansados y beben la chicha y luego cogen los tambores para hacer bailar a sus parejas con los invitados, se bañan con la chicha de yuca e incluso luego del Kamari o comelona, se botan parte de las sobras: es una forma singular de festejar al fiesta comunal, que integran 8 comunidades y cerca de mil habitantes nativos kichwas, con mas de 7o participantes entre tamboreros, pijuaneros y lanceros, y las mujeres dancistas.
Las casas de los 7 u 8 priostes son decoradas con flores y especies embalsamadas de los animales de la selva, muchos cazados recientemente; ponen en sus techos cabezas de mono secos, entre otros
Esta fiesta tiene su raíces religiosas por la presencia de los misioneros Dominicos españoles de la Iglesia católica que se asentaron en este lugar para crear la primera Misión de los Dominicos en la Amazonia, que evangelizó a los indígenas a mediados del siglo XV
martes 14 noviembre 2017
LA NACIÓN SAPARA, ÚNICA ETNIA INDÍGENA DEL ECUADOR COMO PATRIMONIO INMATERIAL DE LA UNESCO, BUSCA FORTALECER SU UNIDAD.
Basilio Mucushigua, presidente de la NASE, Nacionalidad Sápara del Ecuador, con sede en Shell-Pastaza, informo que con ocasión del cambio del Consejo de Gobierno de esta organización, se busca el fortalecimiento como nación, invitando a los jóvenes y nuevas generaciones a tomar la batuta y dirección de la misma, a fin de evitar que se siga extinguiendo su rasgos culturales *queremos la unidad por eso hemos invitado a todas las 18 comunidades que forman la nacionalidad en la parroquia Río Tigre de Pastaza, donde incluimos a Bartolo Ushigua y sus parientes que siempre han querido buscar solos sus proyectos en nombre de los saparos, queremos que estén presentes y hacer una sola unidad*, menciono.
También se han invitado a todas las autoridades de la provincia, representantes del Gobierno, de la Unesco, Conaie y Confeniae para que sean testigos de esta trascendental reunión que se realizará la comunidad Santa Rosa, parroquia Rio Tigre en el interior selvático de Pastaza, en el segundo congreso de la nacionalidad Sapara que se desarrollara del 14 al 18 de diciembre próximo, donde también se trataran otros temas frente a la preocupante situación de su lengua, la presencia petrolera y temas de orden político .
JUEVES 21 SEPTIEMBRE 2107
La nación Ai-Cofan ya tiene nuevo consejo directivo de su organización.
Nivaldo Yiyoguaje es el flamante Presidente de la Nacionalidad Cofán del Ecuador, junto a Fidel Aguinda Vicepresidente, Clemente Quenama Dirigente de Territorios, Robeiro Criollo Desarrollo Integral Sostenible, Veronica Quenama equidad de género y Elisa Quenama Secretaría.
Desde la Confenaie extendemos las más sinceras felicitaciones a toda la directiva y nuestro saludo a la gran Nación Cofan, nos ponemos a las órdenes para coordinar y trabajar por el fortalecimiento de sus bases.
El 29 de septiembre será la posesión oficial de la nueva directiva. La CONFENIAE estará presente para augurar éxitos al nuevo consejo directivo.
Datos:
Los A’i, conocidos como Cofán o Kofán, son un pueblo amerindio que habita al noroccidente de la Amazonía en la frontera entre Colombia y Ecuador, entre el Guamués, afluente del río Putumayo y el Aguaricó, afluente del río Napo. En la provincia de Sucumbíos. Su territorio está distribuido a lo largo de ésta.
Las principales comunidades de este pueblo en Colombia se encuentran ubicadas en el valle de Guamués, departamento del Putumayo, en Santa Rosa de Sucumbíos, Yarinal, Afilador, Santa Rosa del Gamuéz, Villanueva y Bocana del Luzón, en tanto que en Ecuador, las principales comunidades son las de Dureno, Duvuno, Sinangoe, Chandia nae, Zábalo ubicadas en la rivera de los ríos Aguarico y San Miguel. Tres de sus cinco comunidades se encuentran dentro de las reservas Cofán-Bermejo, Cayambe-Coca
Cosmología
Consideran que el universo fue creado en el tiempo primordial por Chiga, quien «siempre estuvo ahí». En el tiempo presente distinguen el plano celeste, donde viven los astros; el planto terrestre, donde están el bosque, el río y la montaña, donde deben ser respetados los cucuya, seres poderosos como el jaguar o la boa; y el plano subterráneo, donde viven los cuancua. El chamándesempeña un papel importante en la comunidad y en su relación con el universo y se considera como un cucuya que maneja sabiamente el yagé y el tabaco y sus símbolos más representativos en la cultura son el sol y la luna. Consideran que cuando el chamán toma el Yage (Banisteriopsis caapi) tiene el poder de mirar en el futuro y ver los espíritus malignos; el chamán también puede convertirse en boa o en tigre. La bipartición es una forma en que ellos ven al universo, todo tiene su complemento como ejemplo para el hombre está la mujer y viceversa.
Para los Cofán, educación y cultura están cimentadas en cuatro pilares: el pensamiento de los mayores, las lenguas nativas, las plantas sagradas y las normas y los valores de la cultura.
Conocimientos
Científicos como Richard Evans Schultes, Wade Davis y Tim Plowman han recopilado algunos de los conocimientos de este grupo étnico. El pueblo cofán ha aportado mucho al estudio de ciertas plantas medicinales. Por ejemplo, durante generaciones sus chamanes han manipulado con éxito plantas como la Psychotria viridis‘, una fuente importante de la triptamina
Economía
Son horticultores itinerantes, pescadores y cazadores-recolectores. Cultivan maíz, yuca, plátano, fríjol, ají, café, arroz y árboles frutales. Algunos hombres trabajan como jornaleros en las fincas de los colonos. En Ecuador, se dedican a la construcción de canoas de fibra de vidrio. Son agricultores a pequeña escala. Las mujeres se dedican a la elaboración y comercialización de artesanías en semilla, fibras naturales y barro.
Crisis
El territorio ancestral, la salud y la cohesión social de las comunidades de Cofán en Ecuador ha sido dañado seriamente por varias décadas de explotación de petróleo por la empresa petrolíferaTexaco. La apertura de carreteras destruyó una gran cantidad de hectáreas de bosques, por lo que los cofanes perdieron áreas de caza y recolección y huertos de plantas medicinales y alimenticias. Se desató un proceso de colonización que redujo el territorio cofán. Tanto la explotación como la colonización han dado como resultado la deforestación irracional de los suelos y la contaminación del aire, agua y tierra. Estos problemas obligaron a los cofán replegarse al área que ahora ocupan.
Actualmente la caza y la pesca se han reducido drásticamente, obligando a una modificación en la dieta tradicional, que ahora está basada en la ingestión de carbohidratos. Algunas familias poseen algunas cabezas de ganado vacuno y caballos y la mayoría tienen cerdos y gallinas para la venta comercial y que solo ocasionalmente destinan al propio consumo. También se desempeñan como artesanos, comercian con las hamacas y las canoas que fabrican y se emplean como jornaleros con bajos salarios, para los colonos en los cultivos de coca o para las empresas petroleras o de construcción.
Resistencia cultural
El año 1998 fue decisivo para la comunidad Cofán gracias a la realización del Primer Congreso colombo-ecuatoriano, una respuesta al proceso de extinción que venían sufriendo las comunidades. Esta «gran reunión», convocada por las autoridades mayores, compuesta entre otros por los taitas (padres o sabios) fundadores, posibilitó trabajar en pro de la recuperación de su territorio y su cultura. El Congreso colombo-ecuatoriano arrojó dos conclusiones fundamentales: fortalecer la organización de base, hecho que dio inicio a la Mesa Permanente del pueblo Cofán, hoy integrada por 16 cabildos y 6 pueblos; y Construir un Plan de Vida nacido del mismo seno de la comunidad. En Ecuador existe la Organización Indígena Nacionalidad Cofán del Ecuador OINCE.
Los cofán han iniciado un proceso de recuperación cultural y territorial, en el cual tienen un papel central los sabios tradicionales.
En junio del 2008, el gobierno colombiano creó el Santuario de Flora «Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande», un parque nacional, con un área de 10.204,26 hectáreas, para proteger las plantas medicinales que los Cofán tradicionalmente utilizan.
Martes 5 septiembre 2017
La Mujer Shuar, asocia su belleza con el color predominante del rojo, se maquilla la cara con achiote y pintura natural del monte, participa en las tareas de la casa, y es artífice en la preparación de los alimentos y las fiestas como la fiesta de Chonta. Transmite su cultura, que busca conservarla motivando a las más pequeñas y jóvenes.
Domingo, 3 septiembre
La pepa de Huito, el maquillaje natural de las mujeres indígena de la selva amazónica. /Lic. Marcelo Gálvez./
No se conoce con precisión el origen y descubrimiento de esta pepa, que cuelga de un árbol no tan alto y que crece naturalmente, en la selva amazónica. Lo cierto es que de esta pepa, en forma de sapote, una fruta apetecible del mercado ecuatoriano, se extrae la esencia que es utilizada por las mujeres indígenas, sobre todo kichwas como un maquillaje especial, pero además como un tinte natural que conserva y alarga la vida del cabello, por eso las mujeres que regularmente utilizan esta esencia, conservan sus largas y bien mantenidas cabelleras, que destilan brillo.
Pero no es solo un tinte para pintarse, sino que el huito encierra todo un ritual en la intimidad de la selva; las niñas, las jóvenes y adultas, marcan su cultura a través de este tinte nativo negro, que ha sido transmitida de generación en generación y acogida por la herencia ancestral; las mujeres han contagiado también a los hombres quienes igualmente se pintan o se dejan pintar por las wuarmis guna el rostro y hasta el cabello. El huito se ha apropiado como una forma de expresar la belleza física, cultural y armónica de lo ancestral con un estilo artesanal y artístico, plasmando en ,los rostros diferentes formas y figuras que se identifican con sus vivencias y estilos de vida peculiares; es un trabajo parsimonioso pero entretenido, de unión familiar; hay una comunicación intrínseca mientras se pintan, hay una concentración notable pero comunicativa, el pintado es rápido, pero lento en el trazado, ya que una vez que se pega esta esencia al cuerpo, dura hasta 30 días en desaparecer, por eso ellas no pierden ningún detalle en la forma del pintado a mano alzada.
Su uso y propiedades
Las mujeres se entusiasman con las propiedades del huito y en una fiesta quieren lucir su mejores tonos y figuras, los rostros se convierten en los lienzos para plasmar sus estilos que denotan el misterio y la cosmovisión selvática, por ello muchas mujeres trazan figuras de animales, paisajes de la selva que conjugan las leyendas ancestrales, de acuerdo al origen de cada nacionalidad: el Huito primordialmente es utilizado por las indígenas kichwas, pero además las shiwiar, andwas, sapara, quijos y en menor grado las achuar.
En Los achuar, shuar y waorani, predomina el color rojo, por lo que el achiote, a diferencia de los kichwas, es el tinte preferido de estas otras nacionalidades.
Pero conozcamos un poco más de las propiedades del huito.
El huito es un árbol que crece en la amazonia, sobre todo sudamericana, con mayor presencia en Ecuador y Perú, su nombre científico es genipa americana.
el huito es un árbol que crece en la amazonia del Perú, su nombre científico es genipa americana, cuyo fruto es muy utilizado por los nativos, su uso más frecuente es como tinte natural de coloración negro, para ello se utiliza el fruto verde, lo utilizan desde tiempos ancestrales para teñirse el cabello de negro, además se pintan el cuerpo con huito como repelente de mosquitos.
USO MEDICINAL:
Afrodisíaco: tomar la maceración en alcohol del fruto maduro.
Contraconceptivo: tomar el cocimiento de las hojas.
Digestivo: tomar el jugo de los frutos maduros
Diurético: tomar el jugo de los frutos.
Laxante: tomar el cocimiento de la raiz o el jugo fresco seguido de agua tibia.
Vomitivo: tomar las semillas trituradas.
Anemia: tomar el jugo de los frutos.
Asma: tomar la maceracion en alcohol del fruto.
Bronquitis: comer los frutos al natural o tomar el jarabe preparado con los frutos maduros.
Calvicie: frotar el cabello con la maceracion acuosa de las semillas previamente ralladas y cernidas.
Cáncer uterino: tomar el jugo de los frutos maduros.
Caspa: aplicar la semilla triturada en forma de lavados.
Diarrea: tomar el cocimiento del fruto verde.
Los Andwas, la última etnia o nacionalidad indígena de Pastaza reconocida por el Estado, refuerza su existencia a través de la nueva generación de jóvenes y la intromisión de la influencia peruana./Lic. Marcelo Galvez D.R.A.
Los jóvenes son el mejor legado de esta nacionalidad, que perdió su lengua en territorio ecuatoriano, y se dispersaron los últimos andoas a raíz de la guerra con Perú en 1941, quedándose la mayoría en zona de lo que hoy es Perú; allí si han podido conservar su lengua, por lo que hoy quedan pocos Andwas puros en territorio peruano que han tenido que venir al territorio ecuatoriano para enseñar el idioma a los de Pastaza.
Luego del reconocimiento de la nacionalidad Andwa, por parte del Ministerio de Bienestar Social en 2003, como organización, con sede en la comunidad de Pukayaku, parroquia Montalvo, cantón Pastaza, después de una exhaustiva investigación que lo inició el estudioso Carlos Duche, funcionario de la ex Dirección de Educación hispana, Dpto. Difusión cultural, luego de varias negaciones por el mismo ministerio, esta nacionalidad comenzó a organizarse con pocos grupos que se identificaban con el origen Andwa, en una zona dominada por los kichwas que son mayoría en toda la parroquia.
Leonel Gualinga, joven líder Andwa, en el libro publicado por Carlos Duche, bajo el titulo: Los Andoas, Kandwash ajustushkani, indica: Hace quinientos años, quizá desde siempre, los Andoas existieron, manteniéndose ocultos por mucho tiempo, ya que nadie conocía dentro de la selva; pero con la llegada de la evangelización, empieza a cambiar la historia de los Andoas, forzándoles para que aprendan el idioma kichwa como un idioma impuesto, pero esto no hizo que cambie nada, ya que ocultamente mantenían sus costumbres. Más tarde, en la guerra del 41, donde sorpresivamente se separan los hermanos Andoas, quedando en las dos naciones (Ecuador-Perú), y con la llegada de los colonos, se contrae muchas enfermedades como el sarampión, la fiebre amarrilla, entre otras. Por falta de atención médica muere la mayor parte de los Andoas, y quedaron los descendientes que hablan el idioma kichwa y únicamente tres ancianos que hablan el idioma Andoa <kandwash>.
En el mismo libro, se menciona que el pueblo Andwa fue considerado, en el tiempo de la expansión misionera de los jesuitas, como uno de los centros de mayor importancia por tener acceso tanto a las tribus jibaras como a las zaparas. En cierto sentido fue un punto de encuentro de la labor de las ordenes misioneras.
Situación Actual.– A decir de la presidenta de la nacionalidad Andwa, tres veces reelegida, Alexandra Proaño que aduce su origen ancestral de su abuela paterna, Doña Sarita Suarez, /madre de su padre/ indica que la fortaleza de superveniencia de los Andwas ha sido el legado de sus ancestros, que ahora quieren recuperarlo a través de la enseñanza en los niños y jóvenes, para que valoren su propia cultura. Proaño, proviene de una familia mestiza asentada en Pukayaku y tiene relación directa con los mestizos colonos, por su origen paterno, pues su padre Hernán Proaño, proviene de una familia serrana que emigró a la zona de la parroquia Montalvo, en busca del caucho.
El legado andwa se pudo avisorar este lunes 28 de agosto cuando un grupo de 15 jóvenes, asistieron al parlamento de Nacionalidades y Pueblos de Pastaza, en el Consejo Nacional Electoral, de Puyo, donde representaron parte de su milenaria cultura ancestral.
DATOS NACIONALIDAD ANDWA
UBICACIÓN: Ubicados en la provincia de Pastaza, en la parroquia Montalvo, a 45 minutos de vuelo en avioneta desde Shell, agrupados en cuatro lugares: cabeceras del centro poblado Montalvo, Jatunyacu, Morete Playa y Pukayacu, en las riberas del río Bobonaza, en el límite internacional con el Perú, donde se une al Pindoyacu y forma el Tigre.
POBLACION: Su población aproximada es de 700 habitantes.
VESTIMENTA: Aún conservan la tradición ritual de pintarse la cara con el tradicional wito en forma de cruz andina (cruz de cuatro puntas iguales).
VIVIENDA: Los materiales para la construcción son obtenidos de la selva: como la chonta pambil y guadúa para los postes, hojas de palma para el techo, bejucos y cortezas de árbol para amarrar la estructura, etc.
ECONOMIA: Agricultura extensiva, otras actividades que complementan a la agricultura y que es de beneficio para las comunidades son la pesca y la caza.
FIESTAS: Yandachina, primero se elabora la chicha de yuca, mientras que los hombres se van de cacería a la selva, las mujeres tejen cerámicas de gran tamaño para que sus maridos tomen allí la chicha a su regreso.
GASTRONOMIA: Está el maito de pescado, bagre, el palmito de chonta, la mazamorra de guanta; sus bebidas ancestrales que aún se las toma en las comunidades son: La chicha de yuca, de chonta y vinillo.
Domingo 20 agosto 2017
Foto reportaje:La convivencia en la comunidad kichwa de Pastaza, Chuva Cocha,
La convivencia en la selva, transcurre entre el despertar armónico de la naturaleza. El sol brilla temprano y cobija los arbustos que dejan caer el rocío de la madrugada, las aves trinan su canto por el cielo despejado.
Las casas descubiertas de paja, con paredes al aire libre, dejan entrever movimientos humanos que despiertan a las 04h00 de la madrugada, en el primer episodio del día, para beber la chicha de yuca, o en menor frecuencia la guayusa.
La mujeres preparan la bebida principal, el alimento del día, /La chicha/ cuyo maso la colocan en grandes recipientes llamadas tinajas, construidas con sus propias manos en cerámica de barro, y son selladas con hojas de plátano y otros para lograr la fermentación; los hombres van de caza, en busca de la carne de algún animal silvestre otros se dirigen al río y las lagunas para conseguir la pesca, mientras las mujeres y las niñas van a la chacra, parcela de sus cultivos, a limpiar y cosechar la yuca y el plátano……el recuentro familiar en la selva, en la comunidad indígena kichwa de Chuva Cocha, Pastaza, como en la mayoría de comunidades indígenas, se da entre la 5 y 6 pm: llega la noche taciturna , corre las primeras brisas de viento y solo el fuego saliendo de un fogón de leña acompaña a la familia reunida a su alrededor, en la típica vivienda de paja despejada al aire libre
UN hogar indígena kichwa por lo general se compone de un mínimo de 5 miembros y hasta 12 personas entre padres e hijos en la comunidad Chuva Cocha de Pastaza, de 16 familias. La pregunta es por qué no aumenta la población indígena en la Amazonia con esta dimensión? La respuesta es sencilla: en los sectores del interior selvático, la falta de atención en salud, enfermedades precoces, mordeduras de serpientes, abortos, son consecuencias de muertes continuas en estos sectores donde no existe baterías sanitarias ni tratamiento de aguas servidas.
las mujeres waorani y su trabajo para proteger el bosque amazónico
- La waorani es una de las nacionalidades que mejor conserva sus bosques, según datos de la Fundación EcoCiencia. En 15 años deforestaron 33 km2 de un total de 13 551 km2.
- El proyecto Chocolate para la Conservación es un ejemplo de cómo los indígenas cuidan los bosques amazónicos. Ocho comunidades y 400 familias son las beneficiadas.
Al norte de la Amazonía ecuatoriana, en la Reserva de la Biósfera Yasuní, 300 mujeres de la nacionalidad indígena waorani trabajan para conservar una de las áreas con mayor riqueza biológica del planeta. Ellas habitan en las provincias de Pastaza, Napo y Orellana, y conforman la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE).
Mencayn Patricia Nenquihui, de 40 años, es la presidenta de la asociación. Mongabay Latam la acompañó en su trayecto hacia una comunidad de cinco familias llamada Tepapare, en la provincia de Napo, a la que llegó para supervisar la producción y la venta de cacao en la comunidad. El punto de partida fue la ciudad de Tena, a tres horas y media de Quito. El viaje duró cuatro horas: dos en auto y otras dos navegando por el río.
La pequeña comunidad a orillas del río se dedica al cultivo de cacao como una alternativa para su sustento. Sobre la tierra se levantan casas hechas de madera y con techos tejidos de fibra de palma amazónica. A pocos kilómetros de la comunidad está la chacra de Guime, una de las mujeres que vive en Tepapare y que forma parte de la AMWAE. Entre plantas de banano, palmeras de achotillo y papaya crecen los árboles de cacao.
Las chacras de las mujeres waorani son un ejemplo de cómo cuidan la selva. Según Lourdes Barragán, antropóloga del Centro de Planificación y Estudios Sociales, los indígenas crean nuevos bosques dentro de sus parcelas. “Mientras preparan los terrenos, asocian los cultivos con otras plantas como las frutales, las medicinales y las que sirven para elaborar artesanías. De cierta manera lo que hacen es reproducir lo que es la selva pero en un nivel micro, que es la chacra”, explica. Además cuenta que las mujeres recogen semillas de la parte más alta del bosque, donde nunca ha habido intervención humana, para experimentar cuáles se adaptan mejor a diferentes situaciones. “De cierta forma son creadoras de la biodiversidad”, añade.
La cosmovisión y las tradiciones ancestrales siguen liderando la vida de los waorani. “Un punto a destacar es la relación de respeto de los pueblos indígenas hacia la naturaleza. Ellos se consideran parte del bosque, de los animales, de las plantas. No hay una separación entre la naturaleza y la cultura”, explica Barragán.
Cambio de hábito
El proyecto Chocolate para la Conservación de la AMWAE es un ejemplo de cómo los indígenas conservan y cuidan la Amazonía. Este emprendimiento nació por la necesidad de proteger a los animales del bosque que eran cazados de forma indiscriminada, cuenta Elizabeth Riofrío, asistente de la dirección ejecutiva EcoCiencia y la encargada del proyecto Chocolate para la Conservación desde la fundación.
Los cazadores waorani tenían en la carne de monte una fuente de ingreso. La vendían en el mercado de Pompeya, localizado en la ribera norte del río Napo, a cinco kilómetros del Parque Nacional Yasuní.
Del 2005 al 2007 se comercializaron 11 717 kg de carne silvestre y pescado por año en el mercado de Pompeya, según un estudio realizado por la Wildlife Conservation Society (WCS). Se menciona que el mercado se abastecía con carne silvestre que provenía de las comunidades kichwa que viven a lo largo del río Napo y de comunidades waorani que viven cerca de la carretera. Los intermediarios compraban la carne y la revendían en diversas ciudades, entre ellas Coca (provincia de Orellana), Tena (provincia de Napo), Sacha (provincia de Orellana) y Lago Agrio (provincia de Sucumbios).
La carne de pecarí de labio blanco (Tayasu pecari), de pecarí de collar (Pecari tajacu) y un roedor grande de la región, comúnmente llamado guanta (Cuniculus paca), eran algunas de las más comercializadas.
“Las petroleras empezaron a entrar a nuestro territorio y mal enseñaron a los indígenas a obtener dinero a cambio de algo”, dice Mencayn. La introducción del valor monetario en las comunidades creó necesidades y vicios en los indígenas que eran desconocidos por sus ancestros. La cacería de subsistencia fue reemplazada por la cacería comercial. “Sacaban carne de monte para vender gran parte, y muy poca para la familia. No llevaban alimento, no compraban jabón ni arroz para las
Foto reportaje:
La convivencia en la selva, transcurre entre el despertar armónico de la naturaleza; el sol brilla temprano y cobija los arbustos que dejan caer el rocío de la madrugada y las aves trinan su canto.
Las casas despejadas de paja ,al aire libre, dejan entrever movimientos humanos que despiertan a las 0h4 de la madrugada en el primer episodio de la toma de la chicha de yuca, y en menor frecuencia la guayusa.
La mujeres preparan la bebida principal, el alimento del día, /La chicha/ cuyo maso la colocan en grandes recipientes llamadas tinajas, construidas con sus propias manos en cerámica de barro, y son selladas con hojas de plátano y otros para lograr la fermentación; los hombres van de caza, en busca de la carne de algún animal silvestre otros se dirigen al río y las lagunas para conseguir la pesca, mientras las mujeres y las niñas van a la chacra, parcela de sus cultivos, a limpiar y cosechar la yuca y el plátano……el recuentro familiar en la selva, en la comunidad indígena kichwa de Chuva Cocha, Pastaza, como en la mayoría de comunidades indígenas, se da entre la 5 y 6 pm: llega la noche taciturna , corre las primeras brisas de viento y solo el fuego saliendo de un fogón de leña acompaña a la familia reunida a su alrededor, en la típica vivienda de paja despejada al aire libre
UN hogar indígena kichwa por lo general se compone de un mínimo de 5 miembros y hasta 12 personas entre padres e hijos en la comunidad Chuva Cocha de Pastaza, de 16 familias. La pregunta es por qué no aumenta la población indígena en la Amazonia con esta dimensión? La respuesta es sencilla: en los sectores del interior selvático, la falta de atención en salud, enfermedades precoces, mordeduras de serpientes, abortos, son consecuencias de muertes continuas en estos sectores donde no existe baterías sanitarias ni tratamiento de aguas servidas
domingo 12 agosto 2017
Orellana:
Los vestigios de una civilización pérdida reposan en Orellana
En las entrañas de la selva amazónica, habitaban varias culturas que a lo largo de los milenios han dejado marcados sus rasgos; y que ahora surgen por las excavaciones que se realizan en las vertientes de los ríos y quebradas a orillas de los caudalosos ríos Napo o Coca.
Una de esas civilizaciones milenarias, es la de los Omaguas, pueblo que data su existencia desde hace mas de 1.000 años, que dejó huellas en las riberas de los ríos amazónicos, sus antecedentes arqueológicos arrojan que entre los 1100 y 1400 D.C, poblaron la región central de la amazonía.
Sus memorias fueron escritas, según Álvaro Gundin, jefe de patrimonio del MACCO (Museo Arqueológico Centro Cultural Orellana), en forma de urnas, cuentos, platos, hachas y otros objetos, que actualmente descansan en el museo arqueológico de está ciudad.
Los omaguas, fue una de las naciones más grandes del amazonas. Poblaron las riberas del río Napo desde el siglo I. Su territorio abarcaba una extensión de más de 900 km². Dentro de todo ese conglomerado de árboles y vegetación, explica Álvaro Gundin, sus elaborados de algodón, arquitectura y cultura, dio la pauta para desplegar sus capacidades en la navegación y el comercio; de ahi su apelativo de de los gentiles, por parte de los cronistas y viajeros de la época, de la conquista española, como fray Gaspar de Carvajal.
Los omaguas tenían una relación simbiótica con la naturaleza. A los niños, se les entablillaba la frente, para que su rostro quedara achatado y que sus caras se parecieran a la luna, nos explica Gundin.
Sin embargo en las crónicas de 1732, esta comunidad legendaria, era una sociedad de grandes guerreros en el arte de la flecha, que les ayudó a despuntar en el comercio de sal como en el cultivo de la yuca, maíz, algodón y tabaco.
La civilización alcanzó su máximo esplendor, manifiesta Álvaro Gundin, antes de la llegada de los españoles, por sus elevados conocimientos, técnica y sabiduría.
Cuando una persona moría, relata Gundin, dejaban su cuerpo expuesto a la intemperie para que sus partes blandas fueran devoradas por los animales. Luego recogían los huesos, los pintaban y los depositaban en urnas funerarias decoradas. La amazonía es un cumulo de leyendas y de civilizaciones ocultas, que muy poco conocemos, es hora que la historia reconozca que existieron otras culturas con grandes avances que por razones interculturales desaparecieron y siguen en ese proceso. Fuente: AME.
Lunes, 17 julio 2017
BUSCAN CREAR LA PRIMERA NACIÓN SHUAR
El nuevo Coordinador de la Federación Interprovincial de Centros Shuar (de Pastaza), Ficsh , Luis Kuash, anuncia que desde esta organización se está impulsando buscar consensos con las otras organizaciones de esta nacionalidad que están ubicadas en las demás provincias amazónicas como Sucumbíos, Orellana, Napo, Morona Santiago, Pastaza y Zamora Chinchipe para unirse entre todos para constituir la primera Nación shuar del Ecuador.
Estamos trabajando con esa propuesta y a futuro mediato evitar la creación federativo, es decir las federaciones, sino más bien ser una sola nación para fortalecer y trabajar unidos por el fortalecimiento y desarrollo de la nacionalidad shuar, acoto.
Es un pueblo por tradición guerrero, antiguamente practicaban el rito del «tzantza» o reducción de la cabeza de sus enemigos, con el fin de poder preservarla como trofeo de guerra. Generalmente son conocidos en forma despectiva como jíbaros o salvajes.
Población
110.000 habitantes
Ubicación
Los Shuar se encuentran ubicados en Ecuador en las provincias de la Amazonía: Napo, Pastaza Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Sucumbíos, Orellana y en la Costa: provincias de Esmeraldas en el cantón Quinindé y Guayas (Ecuador). En Perú, departamento Amazonas, provincia Cóndor Canqui, distrito Río Santiago, departamento Loreto, provincia Alto Amazonas, distritos Barranca y Morona.
Idioma
Shuar-Chicham (perteneciente a la lengua lingüística jivaroano)
Organización Socio-política
La familia constituye la unidad de reproducción biológica, económica, social, política y cultural más importante entre los Shuar, sus miembros se encuentran unidos por lazos de sangre y conformados por familias ampliadas.
La poligamia o matrimonio de un hombre con varias mujeres, preferentemente sororal, es decir con las hermanas de la esposa (sus cuñadas), y el levirato (matrimonio con la viuda del hermano) han sido entre los Shuar las reglas tradicionalmente aceptadas. El número de esposas dependía de las cualidades del hombre; éste debía ser un valiente guerrero, trabajador, buen cazador, demostrar su honradez y veracidad; los futuros suegros juzgaban si estas cualidades se cumplían para poder autorizar el matrimonio. Hoy son pocos los hombres que tienen dos mujeres, ese privilegio lo tienen casi siempre los ancianos guerreros y los shamanes.
Actualmente, esta regla poligamia de matrimonio se encuentra en un proceso de transición a un tipo de matrimonio monogámico y exógamo (fuera del grupo) debido a las continuas y más ampliadas relaciones interétnicas que establecen. Tradicionalmente los Shuar, como la mayoría de pueblos amazónicos, no llegaron a constituir, en el sentido formal, una unidad política y social. La estructura de poder tradicional era descentralizada; el poder político y religioso estaba ejercido por un uwishin shamán. En caso de guerra se nombraba un jefe cuyo mandato terminaba con la finalización de la misma.
Las familias se aglutinaban en «vecindarios dispersos», cuya unidad conformaba una comunidad. Actualmente han adoptado el nombre jurídico de «centros». La unión de varios centros conforma organizaciones más amplias, las asociaciones, que se encuentran agrupadas en federaciones, estructura socio-política a través de la cual establecen las relaciones externas.
Artesanías
La Federación Interprovincial de Centros Shuar – FICSH, en convenio con el Concejo Provincial de Morona Santiago, cuenta con un Almacén de Artesanías, ubicado en la Planta Administrativa de la FICSH, la misma que compra – produce y vende artesanías.
Las artesanías son elaboradas a base de semillas de cumbia, ajulemos, san pedro, nupis, adornadas con plumas de aves, huesos, carrizos, entre las cuales resaltan los aretes, manillas, collares, tawasap, carteras, cinturones, cestos, lanzas y otros.
Vestimenta
Tradicionalmente la vestimenta de la mujer Shuar es el “karachi” y el hombre vestía una falda llamada “itip” una especie de lienzo de líneas verticales de colores morado, rojo, negro y blanco, tinturados con vegetales, que se envuelven de la cintura hasta el tobillo y va sostenida con una faja. Antes, vestían el Kamush, hecho con corteza de árbol machacada.
Su arreglo corporal se complementa con una gran variedad de coronas de plumas de tucanes y otras aves y pinturas faciales con diseños de animales, pues creen que así, estos les transmiten su fuerza y poder. Para las fiestas de la Tzantza y la Culebra, se pintan su cuerpo con diseños que representan a sus animales sagrados.
En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental tanto de hombres y mujeres, solo en algunas ocasiones festivas se ponen su vestimenta tradicional.
Economía
Se basa principalmente en la horticultura itinerante de tubérculos, complementada con la caza, pesca y la recolección de frutos e insectos. Utilizan el sistema de cultivo de roza y quema. Cultivan yuca, «papa china», camote, maní, maíz, palma de chonta y plátano. El cuidado de la parcela y también la recolección, la preparación de la chicha y la cocina le corresponden a la mujer; la caza y la pesca al hombre.
En la actualidad la mayoría del territorio tradicional de caza está siendo sustituido por pastizales para ganadería.
Tradicionalmente el asentamiento fue disperso, zonificado de acuerdo a las relaciones de parentesco. Actualmente se integran a la estructura político administrativa de la Federación Shuar, y otras organizaciones como FINAE, OSHE, FIPSE, CISAE.
Creencias
La mitología shuar está estrechamente vinculada a la naturaleza y a las leyes de Universo, y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte, y las enfermedades. Los principales son Etsa que personifica el bien en lucha contra el mal Iwia, que siempre están en continua lucha para vencer el uno sobre el otro; Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino; Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud; Nunkui causa la fertilidad de la chacra y de la mujer.
En el cultivo de la huerta, daban el poder del crecimiento de las plantas a Nunkui, quien además se encargaba de enseñar a la mujer shuar a sembrar. Pero se necesita concretar el poder de Nunkui a través de ritos, trayendo al presente las fuerzas creadoras, para que la chacra rinda sus frutos. Creen que la selva está llena de espíritus que habitan en las cascadas o las orillas de los ríos.
El gran mundo espiritual de los shuar es repetitivo. No creen en que el ser humano tenga un final. Creen que luego de nacer y cumplir su vida, no llegan a un estado permanente con la muerte sino que su espíritu, Arútam, es recibido por otro ser humano que puede ser su hijo o su nieto, quien cumple nuevamente otro ciclo vital, así en forma indefinida.
El Arútam es considerado como un espíritu clave para los varones, porque creen les da más potencia y fuerza. Piensan que quien posee un Arútam, no puede morir sino de enfermedades contagiosas. Los niños comienzan a buscar este espíritu en la selva desde los seis años de edad. En la cultura de la selva, los elementos de la Naturaleza guían la vida de sus habitantes.
La palmera de chonta, su fruto maduro, representa el mito del Uwi. Éste señala la estación de la abundancia en la selva. En la cosecha de sus frutos se celebran rituales con ruegos a Uwi.
Piden que fermente la chicha de chonta, dé fertilidad a los animales, a las plantas y vitalidad al hombre. Si estos ritos son celebrados muy ceremoniosamente, se cumplirá con todo lo pedido; de lo contrario vendrá escasez de alimentos y muerte.
La secuencia del día y la noche en la mitología de los shuar la relacionan con la victoria.
El chamán, llamado uwishin, es una especie de sacerdote mediador con el mundo sobrenatural y a la vez es un líder político.
Fiestas y Ritos
• La Fiesta de la Chonta, se celebra cada año en el mes de agosto por la prosperidad conseguida a lo largo de este tiempo, en cuanto a siembra, cosecha y al ciclo vital de las personas.
• El Rito de la Cascada Sagrada: tiene una profunda significación en el pueblo Shuar, a través de este rito solicitan al ser supremo Arutam, para que les otorgue poder, energía positiva para su futura sobrevivencia.
• La celebración del Rito de la Culebra: Esta práctica cultural se realiza solamente cuando hay mordedura de la culebra, convirtiéndose en una ritualidad que tiene como finalidad, rendir un homenaje por la salvación de la muerte del accidentado y para ahuyentar a las serpientes y evitar futuras mordeduras.
• Intervención del Uwishin: es una persona sabía que se dedica a curar a los enfermos y a cuidar a los miembros que integran la comunidad. Por ningún concepto el verdadero Uwishin causa daño al prójimo, salvo aquellos que lo ejercen por vengarse de conflictos generados por guerras o discordias familiares. También el Uwishim cumple el papel de identificar a las personas que causan daño y les da instrucciones para que se prevengan de sus enemigos.
• La Fiesta del Ayahuasca se celebra en el mes de enero con la caminata a las cascadas y montañas sagradas.
Tzantza
Tzantza es la práctica de la tribu indígena de los Shuar de «reducir cabezas». Este místico procedimiento, hacía que el nativo momificase y conservara las cabezas de sus enemigos como talismán y trofeo de guerra.
El procedimiento para preparar la tzantza tiene varias etapas. La cabeza y cuello se cortan lo más cerca de la clavícula. El matador usa su etsemat y lo pasa por la boca y el cuello de la cabeza cortada, luego se lo amarra y huye rápidamente.
Se hace un corte detrás de la cabeza y cuidadosamente se separa la piel del cráneo. La piel es hervida durante una media hora, esto reduce su tamaño a la mitad. Después de que se seque se da la vuelta a la piel y toda la carne se elimina con un cuchillo. La piel rascada es virada a su sitio y se procede a coser donde se hizo el corte en la parte posterior.
Se calientan algunas piedras en un fuego, y son introducidas por turno en el interior para hacerlas rodar. Periódicamente se frota la piel para ayudar a secar e influir en la forma. Luego se calienta arena en una olla y la arena sustituye a las piedras. Con un machete al rojo vivo se secan los labios. Luego se clavan tres espinas de chonta en los labios y se amarran con cuerdas.
El proceso de la tzantza suele durar aproximadamente 6 días, finalmente la cabeza llega a tener el tamaño de un puño. El último día de trabajo se celebra la primera fiesta de la tzantza.
Domingo, 16 julio 2017
Los Sapara *Zapara*, Único patrimonio de la Humanidad viva esta en estado de extinción
RESEÑA HISTÓRICA
Al tiempo de la Conquista (1534-1550) y primer siglo de la Colonia, los grupos indígenas moradores de la región comprendida entre el Curaray y río Pastaza, hasta el Amazonas, formaban parte de la gran familia etno-lingüística Zápara.
En la clasificación de los datos, recogidos principalmente por los misioneros jesuitas a fines del siglo XVIII, estaban distribuidos de la siguiente manera: “En los ríos Pastaza, Bobonza y afluentes habitaban unas 10 etnias o tribus, con una población de 34 mil personas. En el extenso valle formado por el pastaza y Bobonaza vivían los Pendays y Chontoas o Garrinchas, conocidos más tarde como Canelos….En los ríos Tigre, Corrientes y sus afluentes habitaban unas doce tribus Záparas con una población aproximada de 30 mil habitantes. Los más destacados era los Gayes.”
En total, a la época de la Conquista, la familia etno lingüística estaba integrada por unos 28 grupos, 217 comunidades y aproximadamente 98.500 habitantes, según el libro “Canelos, cuna de Pastaza”.(*)
Otros historiadores, afirman que hasta principios del siglo XX existían más de 200 mil záparas, pero la explotación del caucho, además de la explotación de recursos minerales en la zona, así como el tráfico de esclavos y las epidemias importadas por los europeos redujeron ostensiblemente el número de záparas hasta casi hacerlos desaparecer.
ORGANIZACIÓN
A través de la organización los záparas han visto la única forma para resistirse a la extinción. Su estructura organizacional empezó con la ONAZE (Organización de la Nacionalidad Zápara del Ecuador) , con sede en Shell-Pastaza, creada a inicios de 1996. Sin embargo la ONAZE no tuvo el apoyo necesario ni la fuerza suficiente como para emprender un plan ambicioso de recuperación de su cultura, quizá por no lograr identificar los verdaderos rasgos de la cultura zápara, por lo que la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza, OPIP, dispuso instituir un departamento que se dedique exclusivamente a ubicar a los záparas y por iniciativa de Bartolo Ushigua se logra consolidar la Organización de la Nacionalidad Zápara de la Provincia de Pastaza, Anazppa, filial de la OPIP, iniciando su vida organizativa en septiembre de 1998; pero un año después, el 9 de agosto de 1999, logra su personería jurídica reconocida por el Gobierno ecuatoriano, con Acuerdo Ministerial 02116, que hasta la actualidad les permite trabajar independientemente en su proyecto.
La Anazppa emprendió la tarea de recuperación, conservación y desarrollo de los elementos territoriales, sociales, culturales, económicos y sobre todo la recuperación de la lengua zápara, testimonio único de su cultura ancestral, con la incorporación de los últimos cinco ancianos záparas, que sobreviven, en calidad de maestros-profesores.
La Anazppa se transforma luego en ONZAE, Organización de la Nacionalidad Zápara de la Amazonía Ecuatoriana, con sede en Puyo.
Premio Mundial a la constancia
Con asesoramiento del lingüista Carlos Andrade, la Anazppa, inició un complejo estudio sobre las raíces y situación de los últimos záparas, que fue presentado para participar en uno de los Concursos convocados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, obteniendo el I Premio Mundial en mayo del 2001 como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, considerando su estado de extinción y el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Educación hizo el reconocimiento público la Condecoración de primera Clase, en marzo del 2002.
TERRITORIO, UBICACIÓN Y POBLACIÓN
La nacionalidad o etnia zápara, hoy llamada sapara, agrupaba hasta el año de su reconocimiento, 2002, unas 180 personas; este numero se ha reducido aún mas con la muerte de al menos cuatro ancianos saparas, conocedores del idioma, en los ultimos años. Este pequeño grupo, es todo lo queda de los más de 200 mil záparas que habitaban la región amazónica del Ecuador a principios del siglo XX y que hoy se encuentran únicamente en Pastaza y parte del Perú, entre las riberas de los ríos Conambo, Tigre y Villano. Están agrupados principalmente en la Asociación de la Nacionalidad Zápara de la Provincia de Pastaza, Anazppa.
Los sáparas, estaban representados por cincos ancianos,sabios, distribuidos en cuatro comunidades, situadas entre las riberas de los ríos Conambo y Jandia Yacu, siendo estos: Llanchamacocha, Jandia Yacu, Cuyacocha y Mazaramu, donde solo se puede acceder caminados varios días o en avioneta.
Su territorio abarca 100 mil hectáreas, pero aún no tienen título de propiedad. Se les reconoce un título global a nombre de la Anazppa, filial de la Organización de los Pueblos Indígenas de Pastaza, OPIP.
Los últimos ancianos sáparas
Según Carlos Andrade, autor del Diccionario Zápara, en la parte introductoria indica que los Záparas del Ecuador son, según el último censo 176 individuos. De estos 54% son niños, 20% hombres adultos y 36 % mujeres adultas. Entre ellos se encuentran los ancianos locutores záparas que enseñaban a los niños y jóvenes la lengua vernácula de sus ancestros. Hoy hay cerca de 16 niños que ya hablan la lengua sápara. Fuera del bloque de la Anazppa habría una veintena de záparas más y dos locutores más.
Redacción, Investigación : Lic. Marcelo Gálvez /
Sábado 01 julio 2017
Comuna San Jacinto del Pindo se apresta a celebrar 70 años de creación
COMUNA SAN JACINTO DEL PINDO SE PREPARA A CELEBRAR SU FIESTA DE ANIVERSARIO
La dirigencia de la Confeniae y Conaie participaron de la reunión de los 37 vocales de la Comuna San Jacinto del Pindo junto a su presidente Lisandro Pirucha.
Se alistan los preparativos para el aniversario de esta histórica organización que celebrará, a lo grande, los días 7 y 8 de julio 2017 los 70 años de vida organizativa, siendo una de las más antiguas de la Amazonía y el Ecuador
RESEÑA HISTORICA
Los indios quichuas (Kichwas), denominados también indios Canelos o alamas fueron los primeros indígenas de la Amazonía en ser sometidos al cristianismo por parte de la Iglesia Católica, a través de los Dominicos y Jesuitas, que permitió afianzar la colonización en sus zonas.
La declaración de la Iglesia en 1967: que todos los indios del antiguo imperio Inca habían aceptado el cristianismo, no era muy católica que digamos; los Canelos no estaban incluidos en esta declaración, ya que habían sido los primeros en cristianizarse, según el historiador Rodolfo Toranzo.
Los indios Kichwas, llamados en principio Canelos, por ubicarse en el denominado País de la Canela debido, a la abundancia de canelo en la zona, fueron bautizados como alamas (hermanos) por parte de los Dominicos, que fueron los primeros religiosos en llegar a Pastaza, justamente en lo que hoy es la parroquia Canelos, la más antigua de la Amazonía Ecuatoriana.
En 1581, los Dominicos fundan Canelos, en la desembocadura del río Pindo y 1782 las epidemias, alzamientos y luchas de resistencia indígena, reducen a 18 mil pobladores. Desaparecen el 100 % de los Roamayna; el 90% de záparas, el 80% de los Gayes, el 70% de los Andoa y el 60% de los Avijira
En 1624, entró a este lugar el primer padre Dominico, Sebastián Rosero, y en 1891 se establecen definitivamente los Dominicos españoles, fundando el Primer Vicariato Apostólico. De ahí en adelante comenzó el sometimiento al catolicismo a los indios Kichwas, que posteriormente se convirtieron en los primeros aborígenes amazónicos incorporados a la civilización occidental.
ORGANIZACIÓN
Según el padre dominico, misionero, Antonio Cabrejas, los nativos de la zona que vivían dispersos en grupos familiares reducidos a lo largo de los ríos, sin mayor sentido comunitario ni conciencia de tribu, comenzaron a agruparse por iniciativa de los misioneros a fines del siglo XIX. Con la concentración y vida en comunidad se inicia también su organización: se establece la institución de los varayos, con el curaca al frente, nombrados cada año por los misioneros que en aquel entonces actuaban muchas veces como delegados del Gobierno Nacional.
En lo que es hoy Puyo, parque 12 de mayo, estuvo ubicada la casa ceremonial de los Pinducruna, conocidos como comuna “San Jacinto del Pindo” desde el 11 de marzo de 1947, cuando los Kurakas encabezados por Severo Vargas, lograron un acuerdo con el entonces presidente Velasco Ibarra, que legitimaba, bajo los principios establecidos en la Ley de Comunas, la organización de los Kichwas de esta parte de sus territorios.
Tanto el marco legislativo vigente –a través de la Ley de Reformas Agrarias y Estado-, influyeron para que las comunidades de los pueblos huaorani, zápara, achuar, shiwiar y especialmente kichwa, se aglutinen en torno a un modelo organizativo ajeno a sus prácticas y cosmovisión, aunque funcional a sus necesidades y urgencias políticas.
En ese contexto y con la participación de 70 delegados de Arajuno, Chico Méndez, San Jacinto del Pindo, Sarayacu, Santa Clara, Pakayacu, Montalvo y Canelos, se realiza la primera Asamblea de la FECIP (Federación de Centros Indígenas de Pastaza) en la comunidad de Puyopungo, entre el 19 y 21 de diciembre de 1977. Sus objetivos fueron crear “una fuerte organización que aglutine a todas las comunidades indígenas de Pastaza y luchar contra la marginación socioeconómica, política y cultural”.
FECIP sería el antecedente inmediato a lo que más tarde se conocería como la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP), que en 1981 surge con 30 comunidades de base. Poco antes de aquello, en 1980, por iniciativa de la FECIP, la FOIN (Federación de Organizaciones Indígenas de Napo) y de la Federación Shuar, se realiza el Primer Congreso Constitutivo de la Confederación de las Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE). Años más tarde se logra el reconocimiento jurídico de la OPIP, mediante Acuerdo ministerial N°.612, del 16 de julio de 1984, del Ministerio de Bienestar Social.
TERRITORIO Y UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Los Kichwas de Pastaza están ubicados en las cuencas de los ríos Curaray, Arajuno, Bobonaza, Pindo, Anzu y Puyo, principalmente, distribuidos en 131 comunidades de más de 17 asociaciones, con un territorio de 1’115.472 hectáreas, entregados en el Gobierno de Rodrigo Borja en 1992, aunque los dirigentes kichwas manifiestan que su territorio alcanza 2 millones de hectáreas. Sus principales organizaciones son: la OPIP, Fenakipa (división de la OPIP), Asodira, Aiepra, además de la Asociación de Centros Indígenas de Arajuno “ACIA” y la Asociación de las Nacionalidades Kichwas del cantón Santa Clara, ANKIS, ambas filiales de la OPIP.
POBLACIÓN Y CULTURA
Suman alrededor de 20 mil habitantes, según la actualización de OPIP, y constituyen la agrupación más numerosa e importante de nativos de Pastaza. Entre ellos pueden distinguirse dos grupos no muy diferenciados: los del sector del río Arajuno y de la vía Puyo-Tena, que comparten algunos rasgos de los Kichwas del Napo, llamados comúnmente “Yumbos”, y los “Canelos” establecidos en las riveras del Bobonaza, Villano, Conambo, Curaray y en las cercanías de Puyo integrando la Comuna San Jacinto.
La cultura de todos estos pueblos es bastante común, pues está marcada substancialmente por el medio ecológico en que viven: la selva amazónica, con todas sus posibilidades y limitaciones.
Su cultura, típicamente silvícola se caracteriza por una perfecta armonía del hombre con la naturaleza que le rodea.
La modalidad de sedentarización de estas comunidades asume características comunitarias, es decir un ordenamiento colectivo en cuanto a los regímenes de la tenencia del a tierra, acceso y manejo de los recursos. Sin embargo, existen también modalidades de tendencia individual o familiar.
Algunas de las comunidades de Quichuas, entre las que se cuentan las de asentamiento tradicional, no han recibido las adjudicaciones legales de sus posesiones, por lo que se han visto obligados a recurrir a la auto linderación, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que se dan por la presión demográfica.
El problema territorial ha suscitado conflictos interétnicos que han enfrentado a los sectores indígenas y colonos, y entre los diferentes grupos indígenas, como el caso surgido entre los Kichwas y Huaoranis en el Parque Nacional Yasuní.
Aunque los Kichwas han adoptado muchas de las prácticas culturales de los mestizos, aún siguen utilizando los recursos faunísticos y florísticos de los bosques húmedos tropicales para usos artesanales, nutricionales y medicinales. Conservan los sistemas de agricultura tradicional aunque con restringidas posibilidades de traslados o rotaciones para el uso de los suelos.
Los cambios profundos en sus comunidades han hecho que su economía se torne cada vez más dependiente del abastecimiento externo de bienes mercantiles, por lo que han desarrollado sistemas de transacciones comerciales que involucran a redes locales.
COSTUMBRES Y FIESTAS
Entre las costumbres que prevalecen en el pueblo Kichwa, se manifiesta la artesanía de la cerámica, aunque en los últimos tiempos ha bajado su producción, por lo laborioso de su confección y el cuidado que requiere para su transportación; en su lugar, ha sido reemplazado masivamente por la práctica de la artesanía en balsa que ha copado los mercados de centros urbanos.
Entre las fiestas, que aún se conservan en varias de las comunidades kichwas, se puede destacar la fiesta de la cacería, “ista” donde los varones se internan en la selva por varios días para cazar las aves y cuadrúpedos nativos, en un desafío por demostrar sus virtudes y habilidades en las faenas de la selva; mientras las mujeres jóvenes van a las chacras para cosechar la yuca y con ella preparar la chicha, que servirá de bebida para los invitados. Para procesar la chicha, las mujeres mastican la yuca cocida y la escupen en recipientes denominados bateas para luego depositar la masa en las tinajas (recipientes hondos de barro) y taponar con hojas de plátano, donde permanecerá varios días para permitir su fermentación, que servirá el día de la fiesta en las típicas mocahuas (jarrones de madera) mientras los cazadores regresan de la selva con la carne. Este festejo se realiza generalmente en Diciembre y se sigue practicando en las comunidades donde el blanco respeta su entono como Pucayacu (Montalvo), Pacayacu y Sarayacu.
Redacción, Investigación y Fotografía: Lic. Marcelo Gálvez / marcelgal2002@ yahoo.com.mx / Derechos
Más sobre los waoranis y sus secretos: /verdades a medias/
/redacción:craneoideaswordpress.com/ los Waorani (hay sufiente biblioteca sobres esta tribu en internet), que lejos del tamaño de sus antecesores tienen una talla normal. Una tribu con seis dedos en manos y pies, una tribu con dos hileras de dientes, una tribu sanguinaria y feroz, una tribu que dicen descendiente directa de los Nephilim. Los Waorani fueron descubiertos en 1940 por un grupo expedicionario en busca de petróleo, que fue asesinado nada más hacer contacto. Doce empleados de la Shell murieron a manos de esta feroz tribu. Fue necesaria una década para poder entablar contacto otra vez con ellos. El siguiente contacto acabó también en masacre a manos de los sangrientos Waorani. Después de muchos muertos se pudo llegar a entablar un contacto pacífico y se descubrieron algunos datos escalofriantes. Los Waorani mantienen el índice de homicidios más alto de la historia de la humanidad, por encima del 50 %. Matan a sus mayores cuando ya no los soportan o acaban con cualquier recién nacido no deseado o que tenga malformaciones, llegando a enterrarlos vivos. Por otro lado esta sanguinaria tribu registra una genética superior, siendo los seres humanos más sanos del mundo. “Médicamente los Waorani se han convertido en un enigma, no existen rastros de cáncer, de enfermedades cardíacas, aumentos de tensión arterial, alergias, ni ninguna de las enfermedades conocidas hasta la fecha. Además poseen manos y pies con seis dedos y dos hileras de dientes. Se dice que son Descendientes de una raza de gigantes que en la antigüedad se mezclaron con los indígenas, legándoles también una ferocidad y violencia sin parangón.
La feria de la interculturalidad de mujeres amazónicas expuso la habilidad de mujeres emprendedoras de las nacionalidades y su producción
Desde las 10h00 y acompañada de una llovizna se instalaron los stands y carpas de la 1ra. feria de la red intercultural de mujeres amazónicas, en la plaza Roja de Puyo y se extendió hasta las 14h00 con llamativas artesanías y manualidades de colores confeccionadas por las sabias manos de las mujeres amazónicas, de las nacionalidades. La cita reunió a más de 20 mujeres emprendedoras de la región amazónica.
Red intercultural de mujeres amazónicas organiza 1ra.feria inclusiva.
La red intercultural de mujeres amazónicas organiza la I feria inclusiva de mujeres amazónicas diversas y se hará el reconocimiento a las madres luchadoras de Pastaza.
Este evento que se inserta en el ultimo día del mes de las madres, se desarrollará este miércoles 31 de mayo en la plaza Álvaro Valladares o Plaza Roja de Puyo, desde las 10h hasta las 14h00, informó Silvia Santi, coordinadora de la Red.
En esta feria las mujeres amazónicas de las nacionalidades indígenas y mestizas expondrán sus emprendimientos en manualidades, artesanía, belleza, gastronomía, pastelería, acompañado de artistas
La historia de los waoranis II parte / 27 mayo 2017
Operación Auca /texto wk
La operación Auca fue una tentativa de contacto de cinco misionerosevangélicosestadounidenses con los indígenashuaorani de la selva del Ecuador. Los huaorani o waorani (a quienes los quechuas llamaban peyorativamente awqa o auka: «salvajes» o «enemigos») eran una tribu aislada conocida por su violencia contra su propia gente y contra los extranjeros que ingresaban en su territorio. Con la intención de ser los primeros protestantes en evangelizar a los huaorani, los misioneros empezaron a hacer vuelos regulares sobre sus asentamientos en septiembre de 1955, soltando pequeños regalos, como cazuelas y botones, desde el aire. Tras varios meses durante los cuales intercambiaron regalos, el 2 de enero de 1956 los misioneros construyeron un campamento en «Palm Beach», una barra junto al río Curaray, a unas pocas millas de los asentamientos huaorani. Sin embargo, su obra evangelizadora terminó bruscamente el 8 de enero de 1956, cuando los cinco misioneros —Jim Elliot, Nate Saint, Ed McCully, Peter Fleming y Roger Youderian— fueron atacados y asesinados por un grupo de guerreros huaorani. La noticia de sus muertes fue transmitida a todo el mundo, y la revista Life cubrió el evento con un ensayo fotográfico.
La muerte de los evangelizadores reactivó el esfuerzo misionero en los Estados Unidos, dando lugar a una fuerte inversión de dinero para las misiones de todo el mundo. Su obra es frecuentemente recordada en las publicaciones evangélicas, y en el 2006 fue llevada al cine en la película End of the Spear. Varios años después de la muerte de los misioneros, la viuda de Jim Elliot, Elisabeth, y la hermana de Nate Saint, Rachel, regresaron a Ecuador como misioneras con el Summer Institute of Linguistics para vivir entre los huaorani; finalmente terminaron convirtiendo a muchos, incluyendo a los asesinos de sus seres queridos. Eliminaron en gran medida la violencia tribal, y la influencia extranjera ha sido determinante para esta nacionalidad indígena.
Cuando se realizó la operación Auca, los huaorani eran una pequeña tribu, conformada por alrededor de 600 personas, que habitaba la selva del Oriente ecuatoriano entre los ríos Napo y Curaray, un área de aproximadamente 20.000 kilómetros cuadrados. La tribu estaba dividida en tres grupos, hostiles entre sí: los Geketaidi, los Baïidi, y los Wepeidi. Subsistían a través de la recolección y cultivo de plantas como la yuca y el plátano, así como de la pesca y la caza por medio de lanzas y cerbatanas. Las unidades familiares consistían de un hombre, su esposa o esposas, sus hijos solteros, sus hijas casadas, sus yernos y sus nietos. Todos residían en una vivienda comunal, separada por varios kilómetros de otra vivienda similar, donde vivían sus parientes cercanos. Los matrimonios siempre eran endógamos, usualmente entre primos, y arreglados por los padres de los jóvenes.
Antes de su primer contacto pacífico con forasteros (a los que llamaban cowodi) en 1958, los huaorani defendían ferozmente su territorio. Viendo a todos los cowodi como predadores caníbales, a inicios del siglo XX asesinaron a extractores de caucho que destruían el territorio del que viven y muchas empresas del caucho asesinaban a personas indígenas, a empleados de la Royal Dutch Shell durante los años cuarenta, y a cualquier forastero que ingresara en sus territorios.2 Mostraban incluso una gran tendencia hacia la violencia dentro de la propia tribu, a menudo asesinando por venganza a otros huaorani: se realizaban violentas incursiones de grupos de hombres que atacaban las viviendas comunales de sus víctimas por la noche y luego huían. A pesar de que se realizaban intentos de tregua frecuentemente a través de regalos y del intercambio de esposas, el ciclo de violencia continuaba, por lo que la población huaorani disminuía y las tribus se fragmentaban.
Los misioneros
Jim Elliot se enteró de la existencia de los huaorani en 1950 a través de un ex misionero que había estado en Ecuador, y pronto llegó a la conclusión de que Dios le encomendaba la misión de evangelizar a los huaorani. Por medio de cartas, le comentó a su amigo Peter Fleming su deseo de servir como ministro protestante en Ecuador, y en 1952 los dos partieron en barco hacia Guayaquil como misioneros de los Hermanos de Plymouth.45 Vivieron seis meses en Quito con la intención de aprender el español, y después se mudaron a Shandia, población de mayoría quechua ubicada dentro de la selva ecuatoriana. Allí trabajaron bajo la supervisión de un misionero de la Mission Aviation Fellowship, Wilfred Tidmarsh, y empezaron a familiarizarse con la cultura y la lengua quechuas.65
Otro miembro de la expedición era Ed McCully. Jim Elliot conoció y trabó amistad con él cuando ambos asistían al Wheaton College, en Illinois. Tras su graduación, se casó con Marilou Hobolth y se inscribió en un programa de tratamiento médico básico de un año en la School of Missionary Medicine (en Los Ángeles). El 10 de diciembre de 1952, McCully se mudó a Quito con su familia como misionero de los Hermanos de Plymouth, con la intención de unirse pronto a Elliot y Fleming en Shandia. Sin embargo, en 1953 Shandia fue arrasada por una inundación, razón por la cual tuvo que retrasar su viaje hasta septiembre del mismo año.75
El piloto del equipo, Nate Saint, había servido como piloto en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y recibido entrenamiento de vuelo como miembro del cuerpo aéreo del ejército de Estados Unidos.8 Tras ser desmovilizado en 1946, estudió también en el Wheaton College, pero abandonó la carrera después de realizar en 1948 un curso para unirse a la Mission Aviation Fellowship. Junto con su esposa Marj, viajó a Ecuador hacia finales de ese año, y se establecieron en las oficinas centrales de la MAF en Shell Mera. Poco después de su llegada, Saint empezó a transportar provisiones y equipos a los misioneros dispersos por toda la selva. Este trabajo fue el que lo llevó a conocer a los otros cuatro misioneros, a los que se unió en la operación Auca.9
También era parte del equipo Roger Youderian, misionero de 32 años que había estado trabajando en Ecuador desde 1953. Bajo el auspicio de la Gospel Missionary Union, junto a su esposa Barbara y a su hija Beth se estableció en Macuma, en el sur de la selva ecuatoriana, donde trabajó en la evangelización de los shuar, aprendiendo su lengua y transcribiéndola.10 Tras trabajar con ellos durante aproximadamente un año, Youderian y su familia empezaron a evangelizar una tribu relacionada con los shuar, los achuar. Colaboró con Nate Saint para proveerles de suministros médicos importantes, pero después de un período durante el cual intentó relacionarse con ellos, se dio cuenta que sus esfuerzos eran infructuosos, y cayendo en un estado de depresión, consideró regresar a los Estados Unidos. Sin embargo, durante ese tiempo Saint le propuso unirse a su equipo para conocer a los huaorani, y él aceptó.11
Primer contacto
En vista de la dificultad y riesgo que implicaba contactar a los huaorani por tierra, los misioneros decidieron lanzar regalos por medio de un aeroplano. La técnica que utilizaron, desarrollada por Nate Saint, consistía en volar cerca del lugar de entrega en pequeños círculos concéntricos mientras se acercaba el regalo desde el avión a tierra por medio de una soga. Esto, en buena medida, mantenía al bulto en la misma posición a medida que se acercaba al suelo. El 6 de octubre de 1955 Saint hizo la primera entrega, soltando una pequeña olla que contenía botones y sal de roca. La entrega de regalos continuó durante las siguientes semanas, durante las cuales los misioneros entregaron machetes, lazos, ropa, vasijas y varios dijes.13
Tras varias visitas al pueblo huaorani, que los misioneros llamaron «Terminal City», se dieron cuenta que los huaorani parecían estar emocionados por recibir sus regalos. Animados, empezaron a usar un altavoz para gritar pequeñas frases en huaorani mientras volaban en círculos. Después de algunas entregas más, en noviembre los huaorani empezaron a atar regalos para los misioneros en la soga tras retirar los que recibían. Los misioneros consideraron este un gesto de amistad y elaboraron planes para conocer a los huaorani en tierra. Saint pronto localizó una barra de 180 metros a través del río Curaray, a aproximadamente 7 kilómetros de «Terminal City», que podía servirles como pista de despegue y aterrizaje así como de campamento, a la que llamó «Palm Beach».14
Hasta este momento Pete Fleming no se había decidido a participar en la operación y Roger Youderian seguía trabajando más al sur de la selva. El 23 de diciembre, los Fleming, Saint, Elliot y McCully elaboraron un plan para aterrizar en «Palm Beach» y construir un campamento, previsto para el 3 de enero de 1956. Acordaron llevar armas, pero decidieron que sólo las utilizarían para disparar al aire y asustar a los huaorani si atacaban. Construyeron una especie de casa de árbol que podía ser montada al llegar, y juntaron regalos, equipos de primeros auxilios y escritos sobre la lengua huaorani, entre otras cosas.15
En la víspera del 2 de enero llegó Youderian y Fleming confirmó su participación, así que los cinco se reunieron en Arajuno para preparar su salida al día siguiente. Tras un pequeño problema mecánico con el avión, Saint y McCully despegaron a las 8:02 del 3 de enero y aterrizaron con éxito en la playa junto al río Curaray. Saint regresó y tras trasladar a Elliot y Youderian al campamento realizó algunos vuelos más transportando equipos. Al finalizar, voló sobre el asentamiento huaorani y, usando un altavoz, les pidió que visitasen el campamento de los misioneros. Luego regresó a Arajuno, y al día siguiente, él y Fleming partieron en avión hacia «Palm Beach».16
La primera visita
El 6 de enero, después de que los estadounidenses pasaran varios días esperando y gritando frases básicas en el idioma huaorani a la selva, llegaron los primeros visitantes: un hombre joven y dos mujeres aparecieron en el banco opuesto del río alrededor de las 11:15, y pronto se unieron a los misioneros, quienes se hallaban acampando.17 La más joven de las dos mujeres había ido en contra de la voluntad de su familia, y el hombre, llamado Nankiwi y que estaba enamorado de ella, le siguió. La mujer mayor (de unos treinta años) se había atribuido la función de chaperona.
Los misioneros les dieron varios regalos, incluyendo un modelo de avión a escala, y los visitantes pronto se relajaron y comenzaron a conversar libremente, aparentemente sin darse cuenta del rudimentario manejo de su idioma por parte de los extranjeros. Nankiwi, a quien los misioneros apodaronGeorge, mostró interés en su avión, de modo que Saint lo llevó consigo a bordo. Al principio volaron alrededor del campamento, pero Nankiwi parecía estar ansioso por realizar un segundo viaje, así que volaron hacia «Terminal City». Al llegar a un claro familiar en la selva, Nankiwi reconoció a sus vecinos, y sacando parte de su cuerpo del avión, empezó a saludar y gritar alocadamente.19 Avanzada la tarde la muchacha manifestó tener sueño, y aunque los misioneros les ofrecieron hospedaje, Nankiwi y la muchacha se fueron de la playa sin dar demasiadas explicaciones. La mujer mayor aparentemente estaba más interesada en conversar con los misioneros, y se quedó en el campamento durante gran parte de la noche.20
Tras ver a Nankiwi en el avión, un pequeño grupo de huaorani decidió visitar «Palm Beach», partiendo a la mañana del siguiente día, 7 de enero. En el camino, encontraron a Nankiwi y a la muchacha, quienes regresaban solos. El hermano de la joven, Nampa, se enfureció por este motivo, y, según Nankiwi,18 para calmar la situación y evitar ser el centro de atención, aseguró que los extranjeros los habían atacado en la playa y que, en su apuro por huir, se habían separado de su chaperona. Gikita, un miembro veterano del grupo cuya experiencia con los forasteros parecía haberle enseñado que no se podía confiar en ellos, recomendó asesinarlos. El regreso de la mujer mayor y su relato de la amabilidad de los misioneros no fue suficiente para disuadirlos, y pronto avanzaron hacia la playa.18
El ataque
Los huaorani llegaron a «Palm Beach» alrededor de las 15:00 y, con la intención de dividir a los extranjeros antes de atacarlos, enviaron a tres mujeres al otro lado del río.22 Una de ellas, Dawa, se quedó oculta en la selva, pero las otras dos se mostraron. Dos de los misioneros fueron vadeando por el río para saludarlas, pero fueron atacados por la espalda por Nampa. El primer misionero lanceado sacó su pistola pero no hizo ningún disparo contra sus atacantes23
El otro misionero en el río, Fleming, antes de ser lanceado, reiteró desesperadamente sus ofertas amistosas y les preguntó en inglés a los huaorani por qué los estaban asesinando.24 Mientras tanto, los restantes guerreros huaorani liderados por Gikita, atacaron a los tres misioneros que permanecían en la playa, alanceando primero a Saint y después a McCully cuando intentó detenerlos. Youderian corrió hacia el aeroplano con la intención de usar la radio, pero fue asesinado con una lanza cuando alcanzaba el micrófono.
Los huaorani lanzaron los cadáveres y las pertenencias de los misioneros al río, y destrozaron la tela de su aeronave. Posteriormente regresaron a su pueblo y, anticipando una posible venganza, lo quemaron por completo y huyeron a la selva.
Esfuerzos de búsqueda de los misioneros
El hecho de no recibir noticias de Saint a las 16:30 preocupó a su esposa Marj, pero no contó a nadie sus temores al respecto hasta el anochecer. A la mañana del siguiente día, 9 de enero, Johnny Keenan voló sobre el campamento y a las 9:30 reportó vía radio a las esposas de los misioneros que la tela del interior del avión estaba destrozada y que los hombres no se encontraban en el sitio.25 Se contactó inmediatamente con el comandante en jefe del Comando del Caribe, teniente generalWilliam K. Harrison, y la estación de radio HCJB de Quito difundió un boletín de prensa que anunciaba que cinco hombres estaban desaparecidos en territorio huaorani.
Poco después, aeronaves del servicio de rescate aéreo de los Estados Unidos, con base en Panamá, sobrevolaron la selva, y se organizó un grupo de búsqueda por tierra formado por misioneros y personal militar. Los primeros dos cadáveres fueron encontrados el 11 de enero y el jueves el cadáver de Ed McCully fue identificado por un grupo de quechuas quienes tomaron su reloj como prueba del hallazgo pero no movieron el cuerpo de su posición en el banco del río Curaray, por lo que después fue arrastrado por la corriente. Dos cadáveres más fueron encontrados el 12 de enero. El grupo de búsqueda suponía que uno de los cuerpos sin identificar fuera el de McCully, pero tenían esperanzas de que uno de los misioneros hubiera escapado. No obstante, el 13 de enero, los cuatro cadáveres hallados fueron identificados gracias a sus relojes y anillos de boda. El cuerpo de McCully no estaba entre ellos, confirmando la suposición de que los cinco misioneros estaban muertos. En medio de una tormenta tropical, los cuatro cadáveres fueron enterrados en una fosa común en «Palm Beach» el 14 de enero por miembros del grupo de búsqueda por tierra.2627
La Fiesta de la Wayusa, un ritual amazónico
Los amazónicos aseguran que la bebida tiene propiedades curativas z Se prepara y se bebe durante la madrugada
Se sientan y ahí lo sorben de a poco, cerrando los ojos y en total silencio. Solo el sonido de los bombos se escucha. Es parte de la ceremonia de una fiesta ancestral que reúne a los chamanes de la Amazonía para interpretar los sueños.
Cuatro ollas gigantes en medio de fogones a leña hierven el agua donde luego se coloca la hierba. Betsy Andi viste su traje tradicional del pueblo Kichwa, y con paciencia de madre llena cuidadosamente los pilches con el líquido. Explica que son las mujeres las encargadas de preparar el té y repartirlo primero a los hombres y luego al resto de la familia.
Ancestralmente lo bebían desde las 03:00, la preparación empieza desde las 02:00, la hora propicia para planificar el trabajo del día, contar y descifrar los sueños.
“Las mujeres somos las primeras en levantarnos para hacer el té para darle a nuestros hombres para que regeneren fuerzas y salgan al trabajo…”, explica Betsy.
Betsy luce su rostro pintado con varias líneas y curvas, eso refleja su liderazgo en la comunidad. Dice que la wayusa tiene muchas propiedades, entre ellas es considerada el energizante de la selva porque regenera las fuerzas para las actividades diarias.
“Es una planta sagrada y milenaria. Nuestros abuelos siempre nos daban el agua porque decían que las culebras se sentían pesadas y no atacaban. También la daban a las mujeres para que tuvieran hijos. Cuando alguien se siente mal del estómago se les da wayusa porque funciona como laxante natural”, sostuvo.
Indicó que el agua se la toma en la madrugada y tibia y que las raciones indicadas son cuatro pilches, y que si sobrepasa esa dosis puede hasta emborracharse.
Moisés Aragón también es kichwa, él asegura que la tradición es reunirse siempre todos en la sala y ahí contar los sueños. En su casa la tradición no se ha perdido.
Las horas pasan y el trinar de los pájaros anuncia el amanecer. Darwin Tanguila, líder de Arajuno, dice que todo puede faltar en la mesa de los amazónicos, menos el té de la wayusa.
Abigaíl Gualinga, reina de Sarayaku, también participó de la fiesta. Aseguró que las creencias y el amor a sus raíces son las herencias de sus “taitas”.
La ceremonia terminó con el aperitivo que fue la chicha de yuca que tenía macerada cinco días. En otro espacio estaban las pomas llenas de chicha de yuca y camote cubiertas con hojas de bijao.
Luego del ritual, los asistentes se acercaron a beber la chicha que les da energía. Tanguila, líder de Arajuno, explicó que para los indígenas amazónicos estar en contacto con la Pachamama es de mucha importancia.
Incluso, el prefecto Antonio Kubes sostuvo que las reuniones que efectúa con los comuneros indígenas las prefiere hacer en la toma de la wayusa porque el ritual une y es el vínculo de hermandad entre los pueblos. (F)
/Reportaje dominical/ Domingo 21 mayo 2017 /exclusivo/
La historia de los Woaranis I parte
Idioma: Wao terero, es un idioma no clasificado. Ellos se denominan wao, que significa «la gente», en oposición a «cowode», la «no gente», que son todas las demás personas. Se dividen en varios subgrupos: Toñampare, Quenahueno, Tihueno, Quihuaro, Damuintaro, Zapino, Tigüino, Huamuno, Dayuno, Quehueruno, Garzacocha (río Yasuní), Quemperi (río Cononaco) Mima, Caruhue (río Cononaco) y Tagaeri.
Población: Unas 2.000 personas agrupadas en 24 comunidades.
Ubicación: Entre el río Napo al norte, y el río Curaray al sur, a lo largo de los ríos Yasuní, Shiripungo, Cononaco, Villano y afluentes menores, en una extensión territorial de 678.220 hectáreas, zona del territorio waorani.
Historia
Llamados peyorativamente «aucas», los waorani han sido conocidos principalmente en relatos de corte misionero. Tradicionalmente, fueron un pueblo de hábiles cazadores y de guerreros, que ocupaban un hábitat básicamente interfluvial. Su economía, organización social y mundo espiritual son modelo asombroso de adaptación continua al medio ambiente selvático.
Hasta fines de la década de 1950, aproximadamente 500 waorani vivían en un territorio de 20.000 km2 que se extendían desde el río Napo al norte, hasta el Villano y Curaray, al sur; los límites oriental y occidental correspondían a los meridianos 76º W y 77º W 30´ respectivamente. Para entonces, autores como Yost, Wallis y Elliot, distinguían cuatro grupos: Guequetari, Piyemoiri, Baiwaorani y Huespeiri. Estos grupos estaban unidos por lazos de parentesco, pero sus relaciones se caracterizaban por su hostilidad y la guerra permanente entre los grupos y desde luego con los extraños a quienes denominaban «cohuori» (no waorani). Las guerras, por lo general, no tenían un carácter conquistador, sino de reproducción del pueblo a través de complejos mecanismos.
En 1958 tuvieron los primeros contactos con el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) y las compañías petroleras y, desde entonces, han sufrido tremendas presiones para «integrarse» a la sociedad nacional. El ILV inició un proceso de agrupamiento de una Zona de Protección de 1605 km2 otorgada por el Estado. La concentración poblacional y el incremento demográfico experimentado por el cese de hostilidades, produjo un aumento de la densidad poblacional y por lo tanto una disminución de los recursos necesarios para su subsistencia. A partir de los años 70, la población se dispersó nuevamente, asentándose en toda la Zona de Protección y fuera de ella. Con la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo (1980-1984), el Gobierno entregó a los waorani 716.000 Has, bajo el sistema de propiedad comunitaria, pero se ha realizado concesiones a compañías petroleras dentro de estas áreas. En la actualidad, la intensa explotación petrolera que se lleva a cabo en su territorio y la apertura de carreteras, han originado numerosos problemas y cambios substanciales en su forma de vida.
A partir de los años 70, la población se dispersó nuevamente, asentándose en toda la Zona de Protección y fuera de ella. Con la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo (1980-1984), el Gobierno entregó a los waorani 716.000 Has, bajo el sistema de propiedad comunitaria, pero se ha realizado concesiones a compañías petroleras dentro de estas áreas. En la actualidad, la intensa explotación petrolera que se lleva a cabo en su territorio y la apertura de carreteras, han originado numerosos problemas y cambios substanciales en su forma de vida.
Vida Cotidiana
Muchos misterios rodean a los waorani, que apenas hace dos generaciones utilizaban hachas de piedra y vivían desnudos en la selva inmensa e impenetrable. Su lengua no presenta vínculo alguno con las de otros grupos amazónicos y aún no está clasificada. Igualmente su cerámica no tiene semejanza con la cerámica actual o antigua de sus vecinos. Tradicionalmente no existían individuos que concentren el poder, a lo más, Jefes situacionales y la limitada autoridad de un hombre sobre una mujer o de un adulto sobre un niño. Según Yost (1985), que realizó una investigación entre los años 74 y 77, es justamente en el aspecto político donde se han producido los mayores cambios por la situación de contacto. Así, la autoridad se ha consolidado y las mujeres han adquirido un papel relevante como intermediarias con la sociedad nacional, debido a los matrimonios con Quichuas.
El águila arpía, majestuosa ave de presa (Harpya arpigia), constituye su símbolo emblemático. Todavía es venerada y admirada, entre otras razones, por su extraordinaria habilidad como cazadora, tanto por su fuerza y velocidad como por su astucia para conseguir presas. Las coronas y los brazaletes de guerra waorani son generalmente adornados con plumas de la arpía, por la protección y fuerza que ofrece esta ave. Cuando un wao posee una arpía, la alimenta y respeta como una divinidad. Esta ave se encontraba hace 3.000 años entre los dioses de los Olmecas y también en la cultura Chavín del Perú. Hoy está presente en varios grupos amazónicos.
Históricamente, los wao han sido conocidos como «aucas», término peyorativo que en idioma quichua significa «gente bárbara y salvaje», debido a su agresividad entre los diferentes grupos wao, como con los otros grupos indígenas, colonos y misioneros «blancos». El modo de vida wao se caracterizaba por sus constantes expediciones guerreras. Vivían en lugares inaccesibles, lejos de los ríos, y tenían gran habilidad para movilizarse. Dotados de una excelente condición física, debido a un régimen alimenticio rico en proteínas, al ejercicio físico constante y a la ausencia de contacto con el occidente, contaban con la caza más que con cultivos para alimentarse, aunque mantenían sembríos de yuca en diferentes lugares a la vez.
En la organización social permitían la poligamia (poliginia y menos frecuentemente la poliandria) cuando surgía algún desequilibrio demográfico debido a una matanza tremenda. Tienen los lóbulos de las orejas perforados, formando un gran orificio en el que colocan un disco ontoka de madera liviana, distintivo de los wao. Toda su vestimenta consistía en un cordón de algodón silvestre komi que rodeaba la cintura y mantenía el pene hacia arriba. Para un wao no llevar el komi es estar desnudo e inerme, ya que el cordón representa poder y energía. Las mujeres y los niños también llevan uno, pero más fino.
La onka, su casa tradicional, abriga de 10 a 15 personas de una misma familia, es espaciosa y refleja claramente su sentido práctico. Su vida social se caracteriza por la ausencia de jerarquías y por la repartición natural de tareas, sin que jamás nadie de órdenes. «A pesar de los diferentes papeles relacionados con el sexo, se puede observar que la igualdad entre hombre y mujer es un rasgo determinante de los waorani» .
Los hombres se encargan de cazar, abrir claros de selva para las huertas, proteger la familia y preparar armas para la guerra. Las mujeres cultivan, cocinan, cuidan de los niños y fabrican objetos de la vida cotidiana. La «fiesta de la chonta» es la reunión social más importante y propicia para la realización de matrimonios. La pareja es empujada por sorpresa a la hamaca, se les canta una bellísima canción, en la que comparan a la joven pareja con un par de papagayos azules y dorados, que vuelan alto en el cielo, siempre juntos y enamorados.
Actualmente, su estrategia productiva se relaciona con actividades de auto-subsistencia, es decir cultivo de chacras, cacería, y pesca, pero además se dedican a actividades que les proveen de ingresos monetarios tales como turismo y trabajo asalariado en compañías petroleras. Algunas familias waorani, además de las actividades de turismo, de la producción de cultivos, y de la cacería, se dedican a la producción artesanal utilizando recursos naturales para su confección. Esta es una actividad, que gracias a los recursos que utiliza, así como su originalidad, está ganando espacio en el mercado a nivel nacional e internacional. Estos productos son altamente valorados por el reconocimiento a las culturas indígenas y en especial a la cultura waorani, que ha sido promovida en los últimos años.
Los Tagaeri, últimos waorani libres
A diferencia de los otros grupos wao, los Tagaeri hasta hoy no permiten que nadie se acerque a ellos, prefiriendo vivir aislados, como lo han hecho por siglos. El único intento de ‘contacto’ fue llevado a cabo el 21 de julio de 1987 por Monseñor Alejandro Labaca y la Hermana Inés Arango, ambos de la Misión Capuchina. Sus objetivos: evangelizarlos y obtener su cooperación para el ingreso de las compañías petroleras a su territorio.
Tal intento les costó la vida a los dos. Los Tagaeri abandonaron sus casas y se hundieron en la espesura del bosque, siguiendo la tradición waorani de vivir en total ‘simbiosis’ con la selva, lo que les ha permitido sobrevivir a través de milenios. Nadie volvió a saber de ellos, hasta 5 años después, cuando desde una avioneta fue vista una casa, en cuyo alrededor se colocaron los tagaeri en posición de guerra, levantando sus lanzas afiladas de chonta….
/Sábado 07 de junio del 2003 /El País/
En 1993 se conoció de la existencia de taromenane
Marcelo Gálvez | PUYO /nota publicada el 7 junio 2003 en El Universo, por nuestro Director.
TIGÜINO, Orellana.– En esta fotografía, captada en 1993 desde un helicóptero, se observa a un grupo de taromenane. Hay adultos y niños apuntando con sus lanzas a la aeronave.
Hasta el año 1993, se pensaba que los denominados tagaeri, que en kichwa significa puca chaquis o patas coloradas, eran los únicos indígenas nómadas en estado primitivo que habitaban una vasta zona del área intangible en la selva ecuatoriana, entre las provincias de Orellana y Pastaza.
Pero a mediados de ese año, en su intento por contactar a los tagaeri, los huaorani asentados en Tigüino y guiados por el jefe guerrero Babe Ima se adentraron en el sector de Cuchiyacu y secuestraron a una mujer llamada Omatuki, quien les reveló la existencia de los taromenane.
Este testimonio de Héctor Vargas, guía de selva que por 20 años ha laborado en la zona de los huaorani, en Bataburo y Tigüino, coincide con el del misionero capuchino e historiador sobre los huaorani Miguel Ángel Cabodevilla.
Según Vargas, los taromenane son guerreros más fuertes que los tagaeri, por eso estos los aniquilaron y tomaron posesión de su territorio.
Los taromenane son nómadas y sus integrantes andan completamente desnudos.
El antropólogo Carlos Duche indicó que los tagaeri y taromenane han sido un rezago de los últimos huaorani, que se internaron en la selva para evitar el contacto con la civilización.
En su intento por evangelizarlos, el Instituto Lingüístico de Verano, en 1956, ingresó por primera vez a la zona baja de los huaorani en el río Curaray (Pastaza).
Los misioneros que viajaban en avionetas se acercaban a los poblados indígenas y les arrojaban palas, machetes, caramelos y otros comestibles, al tiempo que les pedían que construyeran una especie de pista para poder aterrizar.
Al año siguiente, en el mes de junio, los primeros cinco misioneros aterrizaron en una playa del río Curaray, cerca de la actual población de Toñampari, pero murieron lanceados. La noticia ocupó las primeras planas de periódicos del mundo.
A raíz de este episodio les dieron a los huaorani la denominación despectiva de aucas (salvajes).
Pero los evangelizadores no desmayaron en su intento, y luego de 20 años lograron su propósito con la mayoría de los huaorani.
Según Vargas, existen alrededor de 300 taromenane, a quienes se les unieron algunas mujeres tagaeri.
El guía sostiene que los tagaeri tenían los pies anchos y pisaban normalmente, por lo que era fácil identificar sus huellas; mientras que los taromenane pisan solo con la parte delantera del pie.
Los taromenane usan el cabello corto y se lo cortan con machete. Sus lanzas tienen entre 5 y 8 metros de longitud, similares a las que utilizaban los tagaeri.
Los taromenane están ubicados, según Vargas, en la zona del río Nashiño, en la parte intangible y su misión es la de apropiarse de toda la franja sur del Parque Nacional Yasuní.
Dominación
Según textos de conocedores del tema huaorani, el proceso de dominación del pueblo huaorani comenzó con el establecimiento de misiones a través del Instituto de Lingüística de Verano (ILV), institución a la que el Gobierno le entregó la misión de darles educación.
Mientras el ILV realizaba su labor en la zona, las empresas transnacionales petroleras comenzaban la exploración y explotación del oro negro en este sector selvático.
Con el paso de los años los huaorani asentados cerca a los pozos fueron perdiendo sus tradiciones culturales.
Pero antes de la época evangelizadora, los huaorani se convirtieron en víctimas del auge cauchero (1880-1920).
Rubén Lara, etnólogo, en su libro Barbarie cauchera en la Amazonia ecuatoriana explica que los productores de caucho cazaban indígenas que luego los vendían como esclavos en Manaos (Brasil), Iquitos (Perú) y Madre Tierra (Bolivia).
El texto indica que los huaorani huían constantemente de los caucheros que operaban en Brasil y Perú y llegaban a territorio ecuatoriano.
“En Ecuador, los caucheros se internaban en la selva, muchas veces hasta un año y desafiaban el peligro de los huaorani asentados en las zonas aledañas a los ríos Curaray, Pastaza, Copataza y Tiputini.
Los caucheros, señala el libro, organizaban sus expediciones, provistos de carabinas que las enviaban desde Iquitos. En ese puerto fluvial peruano existían tres casas comerciales que compraban el caucho.
LAS NACIONALIDADES FESTEJAN LA MARCHA DE 1992
Hoy jueves 11 de mayo de 2017 se cumplió el desfile por las calles de Puyo
Este desfiles de las nacionalidades en el marco de las festividades de los 118 años de fundación de Puyo , es parte del Encuentro, intercultural de pueblos y nacionalidades por el XXV aniversario de la gran marcha histórica del 92 por el derecho a la vida y el territorio “ALLPAMANTA, KAWSAY MANTA, HATARISHUNCHIK”. Hoy 10 de mayo en Union Base se compartieron juegos ancestrales y expresiones culturales como la danza y la toma de la chicha así las nacionalidades originarias de Pastaza celebran el día de las nacionalidades de Pastaza.
PASTAZA/miércoles 3 de mayo 2017:
En rueda de prensa el dirigente de la circunscripción territorial kichwa de Pastaza, Antonio Vargas, dio a conocer el programa de fiestas del 11 de mayo Día de las Nacionalidades en recordación a la histórica marcha a pie desde Puyo a Quito, donde participaron mas de 1000 indígenas y lograron que el Gobierno de Borja les entregue la adjudicación de 1 millón de hectáreas en sus territorios.}
Vargas, dijo que sera una «gran fiesta» para celebrar este acontecimiento donde habra invitados de todas las nacionalidades de toda la provincia, como de la parroquia fronteriza de Montalvo, Sarayaku, Canelos, entre otros, asi como personalidades que participaron del hecho como el ex presidente de la CONAIE, Luis Macas e incluso representantes del ex gobernante Rodrigo Borja. Serán tres días de actividades por el día de las Nacionalidades en el marco de los 118 años de fundación de Puyo
Pastaza: martes 02 de mayo 2017
SARAYAKU ELIGIO SUS NUEVAS AUTORIDADES
(Sarayaku, defensores de la selva).-El Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku en el VIII Congreso del Sumak Kawsay apostó por la alterabilidad política tanto a nivel diligenciar
como de género. Por el libre ejercicio de una democracia respetuosa con las decisiones del pueblo reunido en Asamblea General. Felicitamos a los nuevos representantes del Consejo de Gobierno TAYJASARUTA.
Presidenta: Mirian Cisneros
Vicepresidente: Nestor Gualinga
La líder Kichwa Mirian Cisneros ha sido electa esta tarde como Presidenta de Sarayaku, así lo informó su cuenta oficial SARAYAKU DEFENSORES DE LA SELVA hace pocos minutos.
Mirian es una mujer de trayectoria en Pastaza y la Amazonía y se convierte en la segunda mujer en asumir la presidencia luego de Hilda Santi en épocas anteriores.
El comunicado de la organización también expresa: «Trabajamos por la unidad y la verdadera democracia donde el pueblo decide y los dirigentes trabajan por el bienestar del pueblo», para la nueva dirigencia liderada por Mirian, Nestor Gualinga como Vicepresidente junto a más dirigentes y Kurakas (autoridades ancestrales)
El Consejo de Gobierno de Confeniae comunica sus más sinceras felicitaciones a la nueva dirigencia y expresa su respaldo total a las mujeres y hombres que dirigirán durante 3 años al pueblo de Sarayaku, pueblo de historia y de lucha.
El Ayahuasca, utilizada en ceremonias indígenas de la Amazonia, como un ritual que en dosis porcentuales, por su poder narcótico puede producir hasta alucinaciones, ahora busca su propio mercado en Puyo, Pastaza, como un ente de atractivo turístico.
Luis Nuñez, emprendedor turístico en Pastaz,a informo que desde algunos meses atrás con varios sabio de la provincia y amazonia y un grupo de emprendedores turísticos buscan posesionar a esta planta o bejuco como un atractivo turístico de Puyo y Pastaza, en el cual se de a conocer los poderes curativos del Ayahusac, lugares donde se puede encontrar y todas las propiedades de la misma, a más de ofrecer al turista el brebaje, en porción moderada, para saborear su exquisitez como bebida natural
Datos/ tomado de Huellas para la humanidad/
El ayahuasca, también conocido como Yagé o Caapi, es una bebida enteogénica resultante de las decocciones de múltiples plantas. El componente básico es una decocción de la lianaBanisteriopsis caapi, cuya propiedad es su contenido de inhibidores de la monoaminooxidasa, conocidos como IMAOs. Se mezcla con las hojas de arbustos del géneroPsychotria, por su contenido de dimetiltriptamina (DMT), también llamada la “molécula espiritual”. DMT es un producto químico que se encuentra en todos los seres vivientes. El celebro humano produce DMT en dos ocasiones; cuando uno sueña y cuando uno muere. Este producto químico está ubicado en el centro del celebro, específicamente en la glándula pineal. Estas plantas secretan cantidades enormes de DMT en el celebro. El DMT ayuda a aumentar la capacidad mental hasta 6 veces más de lo normal (se estima que un cerebro normal utiliza entre el 5 y 10% de su capacidad).
En quichua ayahuasca significa ‘soga de muerto’ por su etimología aya ‘muerto, difunto, espíritu’ y waska ‘soga, cuerda’, ya que en la cosmovisión de los pueblos nativos el ayahuasca es la soga que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera.
Se usa en rituales médicos o religiosos y en la medicina tradicional de los pueblos nativos amazónicos.
Usos
El ayahuasca tiene un origen milenario entre las culturas del Amazonas de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil. Pueblos indígenas de Centroamérica tienen medicinas similares en sus ceremonias, como el Peyote o Mezcal.
El grupo étnico Shuar del sur y la frontera del Ecuador y Perú (Jívaros por como los llamaron los españoles), hacen uso de el ayahuasca con el nombre de “Natem” por los “Uwishin” (nombre del chamán Shuar). Los Shipibo Conibo del Perú usan en sus ceremonias y ritos de curación desde tiempos muy antiguos esta preparación. Del mismo modo como resaltan las comunidades Inga y Kamsá en la amazonía colombiana por su importante uso del Ayahuasca o Yagé para la práctica etnomedicinal. Los chamanes o médicos shipibos (Junes, Onayas, Murayas y Mutsarawas por su rango) herederos del conocimiento ancestral de las diferentes mezclas, preparaciones y usos del ayahuasca, utilizan estas adiciones para diferentes motivos, determinando las plantas que agregan según el efecto u objetivo buscado, ritual, ceremonial o curativo.
La preparación varía según los grupos indígenas, las poblaciones y los médicos chamanes de cada población, guardando cada uno su secreto y habiendo diversas recetas con diferentes agregados.
Propiedades curativas
Es una sustancia de utilidad en ciertas aproximaciones terapéuticas y de autoconocimiento, y está siendo estudiada desde hace tiempo por médicos, farmacólogos, psicólogos y psiquiatras de todo el mundo como herramienta para diversos problemas, con especial relevancia en ayudar a los sujetos a romper con los procesos y hábitos dañinos para sí mismos y para otros. De hecho, su uso en tratamientos de desintoxicación y adicciones es un hecho en países como Brasil, Ecuador y Perú configurándose como uno de los tratamientos más punteros para las farmacodependencias.
El ayahuasca puede ser una terapia efectiva en el campo de la psiquiatría y la psicología en el tratamiento de la depresión y la ansiedad así como los problemas de personalidad y la esquizofrenia. Su compleja farmacología, muy relacionada con la sinergia existente entre diversos alcaloides, al tiempo que la escasa toxicidad demostrada por los diversos y ya numerosos estudios científicos que se van elaborando, es uno de los aspectos más relevantes de este preparado vegetal.