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Diario Digital Amazónico, desde 13 julio 2017

Regional

62 especies de mamíferos grandes y medianos  habitan en el Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay

El libro “Mamíferos Grandes y Medianos del Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay”, desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Fundación EcoMinga, Fundación Oscar Efrén Reyes, University of Porto – CIBIO-InBio,  Waska Amazonía y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), revela la presencia de 62 especies de mamíferos grandes y medianos en este corredor, que se ubica entre los Andes y la Amazonía de Ecuador.

A través del monitoreo participativo mediante foto trampeo y recorridos durante más de una década de investigaciones, el estudio logró compilar más de 8.000 avistamientos de fauna silvestre, destacando la importancia del corredor como un refugio clave para la conservación y dispersión de la vida silvestre en los Andes Tropicales.

Entre las especies documentadas destacan el tapir de montaña (Tapirus pinchaque), mono araña de vientre amarillo (Ateles belzebuth), el jaguar (Panthera onca), y el oso andino (Tremarctos ornatus). Especies elusivas como el venado de enano (Pudella mephistophiles), monos nocturnos (Aoutus spp.) y zorro vinagre (Spheotus venaticus) y carnívoros clave para el funcionamiento y regulación de ecosistemas, como el puma (Puma concolor), oncilla nublada (Leopardus pardinoides), margay (L. wiedii), ocelote (L. pardalis), entre otros.

Esta diversidad se compone de nueve órdenes, 26 familias y 51 géneros. Los carnívoros, roedores y primates componen la mayor riqueza con 32,3%, 16,1% y 12,9% de las especies, respectivamente. Las familias más representativas corresponden a los felinos (Felidae – 11,3%), mapaches-coatis (Procyonidae- 8,1%) y raposas (Didelphidae – 9,7%). Según la UICN las categorías de mayor amenaza para la conservación de la vida silvestre son Vulnerable (VU), En Peligro (EN) y En Peligro Crítico (CR). A nivel mundial, una cuarta parte del total de especies de mamíferos terrestres del Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay (CELS) están clasificadas en alguna categoría de amenaza, mientras que de acuerdo con el Libro Rojo del Ecuador más de la mitad de especies están amenazadas.

De acuerdo a los investigadores, Juan Pablo Reyes-Puig, Gorky Ríos-Alvear y Alexander Griffin Bentley, en este libro se destaca la importancia del corredor para enfrentar las amenazas del cambio climático y la fragmentación del hábitat. Además, su conservación garantiza la provisión de servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano, tales como la regulación hídrica y la captura de carbono.

El CELS se ubica en la porción central de la cordillera oriental, entre las provincias de Tungurahua, Pastaza y Morona Santiago, incluyendo 92.148 hectáreas que se extienden desde las tierras bajas de la Amazonía a 700 m de elevación hasta las altas cumbres montañosas a 3812 m s.n.m. Este gradiente abarca el ecotono Andes-Amazonía, caracterizado por regímenes de pluviosidad que oscilan entre 565 y 5357 mm de lluvia al año y encierra varios ecosistemas inmersos en un paisaje que combina áreas de vegetación nativa y zonas de uso humano.

Asimismo, el CELS comprende 13 formaciones geológicas diferentes y se ubica entre la cuenca del río Pastaza y la cuenca del río Napo, siendo la primera una importante barrera biogeográfica. Dichas características climáticas y topográficas han favorecido la formación de hábitats y microhábitats que sustentan los recursos necesarios para una amplia diversidad de especies de vida silvestre, muchas de las cuales son endémicas de la zona.

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