26 narco bandas operan en Ecuador
El narcotráfico se instaló a sus anchas en Ecuador. Cientos de toneladas de cocaína se distribuyen al mundo desde sus puertos. Puertas adentro, al menos 26 bandas o pequeños ejércitos se pelean con ferocidad el control del millonario negocio.
El otrora vecino pacífico de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de la droga, es hoy territorio en disputa de múltiples organizaciones mafiosas que operan con los cárteles mexicanos, según autoridades y analistas.
Coches bomba, masacres carcelarias con cientos de víctimas, cadáveres que cuelgan de puentes, decapitados en las calles, la violencia del narco asciende como enredadera.
El país que por años fue apenas un puente o bodega para la cocaína se convirtió en «santuario del crimen organizado», señala a la AFP Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia militar.
La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Undoc) ubicó a Ecuador como el tercer país donde más se incautó cocaína en 2020 detrás de Colombia y Estados Unidos.
Las autoridades ecuatorianas decomisaron un 6,5% de las 1.424 toneladas decomisadas globalmente, según un informe del organismo de junio.
Las explosiones y sicariatos que vemos son mensajes de terror para decirnos que ellos controlan un área estratégica y no la Policía», añade Pazmiño.
A la par del narcotráfico creció la criminalidad en Ecuador, con 18 millones de habitantes
tasa de homicidios fue de 14 por cada 100.000 personas, casi el doble de 2020. En 2018 se ubicó en 6, de acuerdo con el ministerio del Interior.
¿Quiénes son ellos? Al menos 26 grupos que se disputan a muerte la distribución, venta y «exportación» de la cocaína, según un informe de inteligencia ecuatoriana de 2019.
Ahora pueden ser más, advierten fuentes oficiales.
¿Cómo mutó el narcotráfico en Ecuador
Para entender cómo mutó el narcotráfico en Ecuador, hay que remontarse a inicios de 2000. «En esos años, Colombia comenzó fuertemente a erradicar los cultivos de coca«, dice Pazmiño. Si bien diez años después registró un incremento récord de hectáreas sembradas.
La fallida política antidrogas empujó a los cárteles mexicanos de Sinaloa, del Golfo y Los Zetas hacia Ecuador, donde encontraron una economía dolarizada, autoridades débiles y grupos criminales listos para traficar con ellos.
En el origen de las megabandas está Jorge Luis Zambrano, alias «Rasquiña», líder de «Los Choneros», sostiene la exdirectora de prisiones Alexandra Zumárraga.
En 2010 Zambrano ofreció protección al cártel de Sinaloa, que irrumpió en la provincia costera de Manabí, estratégicamente ubicada en el centro del Pacífico ecuatoriano.
También «hubo miembros de pandillas de los ‘Latin Kings’ y ‘Ñetas’, no todos, que se desviaron al narcotráfico«, indica una activista de derechos humanos que trabajó con grupos juveniles y pidió no ser identificada tras ser amenazada de muerte.
Junto al de Zambrano emergió el nombre de Leandro Norero, conocido como «El Patrón» y detenido en mayo por presunto lavado de activos del narcotráfico. Norero nació de las entrañas de los ‘Ñetas’, una pandilla de los noventa originaria de Puerto Rico.
(invest. VISTAZO)