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Diario Digital Amazónico, desde 13 julio 2017

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Una orden verbal de Pablo Celi era suficiente para desvanecer las glosas

Las resoluciones de eliminación de glosas no las firmaba el contralor Pablo Celi o los subcontralores. Al contrario, este “trabajo” era encargado a funcionarios de rangos medios.

En los pasillos de la Contraloría General del Estado (CGE) es un secreto a voces. Funcionarios y extrabajadores de la entidad, que prefieren mantener su identidad en reserva, explicaron a la Fiscalía cómo se desvanecían las glosas impuestas a varias empresas.

Pasaba en la administración de Carlos Pólit. Y ocurrió con Pablo Celi a la cabeza de la Contraloría. Hoy, el primero está prófugo. Y el segundo está preso e investigado por presunta delincuencia organizada. El presidente Lasso nombra a Carla Mera como directora de la UAFE Según los reglamentos de la Contraloría,  una glosa es una responsabilidad civil en contra de un servidor público, tercero involucrado o beneficiario.

Se impone cuando se detecta un hecho que cause perjuicio económico al Estado.

Y de acuerdo a las normas internas de la institución, solo el Director de Responsabilidades puede firmar la imposición o desvanecimiento de glosas. Esto ocurre siempre que estas no superen los 200 salarios básicos. En montos superiores, la responsabilidad de subsanar las glosas recaía en el Subcontralor. Pero, ¿qué pasaba cuando se trataba de “temas delicados”? Si el Subcontralor titular no estaba, su puesto era encargado a funcionarios de nivel medio. Y eran estos funcionarios quienes firmaban los documentos de desvanecimiento de las glosas. Solo lo hacían luego de una orden verbal del Contralor General. Esta era una práctica común al interior de la Contraloría. Pero nadie se había animado a denunciar lo que pasaba. Ahora, la Fiscalía tiene documentos y versiones que desnudan el modo de operar en la institución.

Caso Las Torres

El caso Las Torres, en el que la Fiscalía investiga una supuesta red de corrupción que operó en la Contraloría, en Petroecuador y en la Secretaría de la Presidencia de la República, ha permitido confirmar este sistema de corrupción. Según el expediente de la Fiscalía, con la autorización de Pablo Celi y la gestión de su hermano Esteban, la Contraloría desvaneció cinco glosas en favor de la empresa Nolimit, proveedora de Petroecuador. El perjuicio fue por USD 13 millones y la eliminación de las glosas ocurrió a cambio de sobornos. Sin embargo, en los documentos del desvanecimiento de esas glosas no aparecen los nombre ni las firmas de Celi.

Tampoco está la rúbrica de los subcontralores Hugo Pérez o Valentina Zárate. Quienes firmaron esos documentos fueron Luis Miño, director de Responsabilidades, y Nelson Dueñas, director de Auditoría de Deuda Pública y Finanzas. El 13 de abril, los domicilios de Dueñas y Miño fueron allanados. En la casa de Dueñas, la Policía incautó USD 9.145, un celular y cinco computadores. Y en el de Miño se incautaron dos celulares. Además, Miño y Dueñas fueron retenidos varias horas con fines investigativos.

Glosas millonarias que se esfumaron En las horas que estuvieron retenidos, Miño y Dueñas declararon voluntariamente ante la Fiscalía. Tras el arribo de Celi a la Contraloría General, Miño fue designado varias veces como subcontralor subrogante. “Los encargos eran para suscribir la documentación que se encontraba rezagada por mucho tiempo en ese despacho”, explicó Miño a la Fiscalía. En uno de esos encargos, Miño firmó cuatro desvanecimientos de glosas a favor de Nolimit. La orden verbal vino directamente de Celi.

Además, Miño expresó que esa no fue la única disposición de ese tipo que recibió de parte de Celi. En otra ocasión desvaneció glosas a favor de la empresa MMR Group, también proveedora de Petroecuador y relacionada con Nolimit. Además, como Director de Responsabilidades, Celi le pidió que elaborará un informe para el desvanecimiento de glosas por USD 111 millones a favor de una empresa dedicada a las telecomunicaciones Si no cumplía las disposiciones de Celi, Miño dijo que había sido amenazado con la remoción de su cargo. Más pedidos de Celi  Nelson Dueñas también recibió varios encargos como subcontralor. El motivo, dijo en su declaración ante la Fiscalía, era que Hugo Pérez, quien era el subcontralor titular, pasaba a ser Contralor General por ausencias de Celi. A través de otros funcionarios, Dueñas recibió disposiciones de Celi para firmar desvanecimiento de glosas. Aunque no lo recuerda, cree que entre esas está el caso de Nolimit. Lo que sí recuerda fueron otros casos como los “relacionados con Capaya y Schlumberger”.

Dueñas, además, contó que varias veces se rehusó a firmar esos desvanecimientos porque los informes tenían inconsistencias. En una de esas ocasiones, Celi lo llamó a su despacho y le consultó el motivo para no firmar las resoluciones. Dueñas le explicó que no tenían sustento técnico y que era mejor que los firme Hugo Pérez, como titular de la Subcontraloría. “Entiendo que por mi posición, Pablo Celi nunca más me volvió a encargar la Subcontraloría General”, dijo Dueñas. Por su parte, Celi dijo a la Fiscalía que no hay un motivo específico para que ocurran estas delegaciones. Dijo que son su potestad y se dan cuando hay un vacío administrativo por ausencia del titular, vacaciones u otros motivos. (PRIMICIAS)

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