El Mundial llegaría en un momento idóneo para el estadio de Barcelona, construido en 1957. Durante la presente temporada, el que ya era el campo más grande de Europa está siendo ampliado para poder acomodar a 105.000 personas, aumentando su capacidad original de 99.000. Las reformas, que finalizarían en noviembre de 2024, también incluirían un techo retráctil y una pantalla que rodearía las tribunas, similar a la del Mercedes-Benz Stadium de Atlanta. En las afueras también se construirán un hotel, oficinas, una pista de hielo y el nuevo Palau Blaugrana, para el equipo de básquetbol.
El estadio que acoge a Real Madrid desde 1947 también está en un proceso de reformas, aunque en esta ocasión se encuentran en la recta final. Comenzadas en 2019, la idea sería revestir la fachada para darle un diseño más moderno, ampliar levemente la capacidad a 82.000 espectadores y, como principal novedad, colocar un césped retráctil para celebrar eventos extradeportivos sin afectar el campo de juego.
Una de las designaciones más sorprendentes de la lista, al tratarse de un estadio que no está terminado y que hace 14 años que tiene sus obras frenadas. Valencia anunció en 2006 sus planes para mudarse de su actual hogar, Mestalla, a uno nuevo con capacidad para 70.000 hinchas, pero debido a la deuda de más de 500 millones de euros que acumuló el club poco después de empezar a construir, en febrero de 2009 los trabajos fueron suspendidos indefinidamente. Desde entonces se libró una batalla legal para recuperar los permisos para reanudar las obras, aunque todavía falta mucho para llegar a ese punto, que incluye la presentación de un plan para reestructurar la zona en la que está ubicado el estadio anterior.
Otro estadio relativamente reciente: Atlético de Madrid dejó el Vicente Calderón al oeste de la capital española en 2017, y desde entonces juega como local en este campo con capacidad para 68.400 espectadores. Curiosamente, aunque fue en ese año en que se remodeló para el fútbol, el estadio en realidad fue construido en 1994, bajo el nombre de La Peineta, dado que originalmente había sido hecho para albergar pruebas de atletismo.
El imponente estadio de 53.000 espectadores es la casa de Athletic de Bilbao desde 2013, una vez que se mudó desde el antiguo estadio con el mismo nombre, donde había hecho de local durante el siglo anterior. Recientemente fue designado también como una de las sedes para la Eurocopa de 2020, recibida a lo largo del Viejo Continente.
El estadio sevillano de 60.000 espectadores es otra de las sedes más polémicas entre las elegibles. A pesar de obrar como uno de los escenarios principales de la selección española (también albergó partidos de la última EURO), en parte por funcionar como estadio neutral donde ningún equipo juega partidos de liga, el campo ha sido criticado por futbolistas e hinchas por su infraestructura anticuada y por el pobre estado del campo de juego, por lo que se espera que vea reformas si es elegido.
El nombre del estadio hace referencia directa a las siglas de su dueño, el Real Club Deportiu Espanyol de Barcelona, que lo ocupa desde 2009, tras un período en el que hizo de local en el Olímpico de Montjuic. Tiene capacidad para 40.000 personas y ya tiene categorización de elite por parte de la UEFA, por lo que no serían necesarias modificaciones.
El campo donde hace de local Real Sociedad, construido en 1993, también tiene un aforo para 40.000 espectadores y la categorización de elite de la UEFA. Como particularidad, su ubicación en la ciudad vasca de San Sebastián también le permitió albergar partidos del Top 14, la principal competencia del rugby francés.
El primero de los estadios que necesitaría reformas para alcanzar el mínimo de capacidad que exige la FIFA: el aforo de la casa de Real Zaragoza es de 33.600 espectadores. Fundado en 1957, ya había sido sede del Mundial que organizó España en 1982 y también de los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992.
El estadio de Deportivo de La Coruña, hoy en la tercera categoría del fútbol español, es uno de los más antiguos de la lista, al ser abierto en 1944. Su aforo es de 32.600 espectadores, por lo que también debería ser ampliado.
Más antiguo aún es el campo donde hace de local Málaga, construido en 1941 y que desde entonces fue una de las sedes del Mundial del 82 y varios otros partidos de la selección española, siendo el más reciente un cruce contra República Checa en 2022.
El único campo de los propuestos por España que no se encuentra en la parte continental del país, fue inaugurado en 2003 para funcionar como el hogar de Las Palmas. En 2014 se eliminó la pista de atletismo con la que había sido construido, y con eso se aumentó su capacidad a 32.000 espectadores.
Aunque la capacidad de este estadio es de 31.000 espectadores, ya se ha presentado en el pasado un proyecto para aumentar su aforo a 44.000 en el caso de que sea elegido para organizar un Mundial. Curiosamente, la casa de Real Murcia fue inaugurada con un partido entre la selección local y Argentina, jugado en 2006 y con resultado final de 1-1.
El campo donde es local Sporting de Gijón, en Asturias, es el más antiguo de toda esta lista, abierto por primera vez en 1908. Con capacidad para 30.000 hinchas, también sería ampliado de ser designado. Una curiosidad: tuvo un papel central en la película Volver a Empezar, que se hizo con el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1982.
El estadio de Celta de Vigo, abierto en 1928, es el más reducido de los propuestos, y otro que también está pasando por remodelaciones que le dejarían una capacidad para 27.000 espectadores, insuficiente aún para el filtro mundialista.
A diferencia de lo que ocurre en España, en el otro país de la península ibérica sí asoma más claro dónde tendrían lugar los partidos de la Copa del Mundo, dado que ya están definidas las tres sedes allí.
Se trata del estadio más grande de Portugal, con capacidad para 60.000 espectadores, y justamente pertenece al club más laureado del fútbol luso, Benfica, desde 2003. Su construcción en Lisboa se correspondió con la organización de la Eurocopa de 2004 y finalmente fue sede de la final, pero el país organizador no pudo consagrarse y sufrió una sorpresiva derrota ante Grecia.
El máximo rival de Benfica, Sporting, también abrió su nuevo estadio en 2003 para aquel torneo del año siguiente, con capacidad para 50.000 personas. Cuando la Champions League debió ser reanudada en 2020 en el marco de la pandemia de Covid-19, ambos estadios fueron sede de la etapa final de la competición, que se mudó íntegramente a la capital portuguesa.
El estadio donde es local Porto, también hecho para la Eurocopa en 2003, no participó de esa “mudanza” de la Champions League, pero sí fue sede de la final de 2021 de la máxima competencia europea, en la que se consagró Chelsea. Al igual que el José Alvalade, tiene un aforo de 50.000 personas.
En junio de este año, el presidente de la federación marroquí, Fouzi Lekjaa, anunció que serían seis las sedes que tendría Marruecos como parte de la propuesta para organizar la Copa del Mundo junto a España y Portugal. Sin embargo, con este cambio de planes, está por definirse si tendrá la misma cantidad de estadios para albergar el Mundial en su forma actual.
El único de los estadios que presentó el país africano aún no existe. Este proyecto consiste de un ambicioso y moderno campo, con capacidad para 93.000 personas, que estaría ubicado en la ciudad más populosa del país, y que tiene además a dos de las grandes potencias del fútbol de clubes africano, como Raja y Wydad.
Construido en 2011 con la idea de ser sede de la Copa Africana de Naciones 2015 (Marruecos se bajó de la organización por un brote de ébola en la región), este gran estadio de 68.000 espectadores también recibió el Mundial de Clubes en 2022 y un amistoso entre la selección local y la Argentina en 2019, que terminó con triunfo por 1-0 de los dirigidos por Lionel Scaloni.
Ubicado en la capital marroquí de Rabat, tiene capacidad para 48.000 personas y también fue sede del Mundial de Clubes 2022 (allí se jugó la final que consagró a Real Madrid), pero precede por mucho a ese torneo al haber sido abierto en 1983, para la Copa Africana 1988.
Este campo con 45.000 espectadores de aforo fue una de las dos sedes del Mundial de Clubes en 2013, aunque más tarde no repitió para la edición de 2022.
Con una estructura muy diferente a los demás escenarios en la candidatura marroquí, este campo para 45.000 personas tiene la particularidad de haber sido sede de dos finales consecutivas del Mundial de Clubes en 2013 y 2014, con victorias de Bayern Munich y Real Madrid, respectivamente.
Es el único de los estadios propuestos que aún no albergó ningún torneo internacional. Este campo, con capacidad para 45.000 hinchas, estaba entre los posibles candidatos para aquella Copa Africana de 2015, pero quedó como suplente antes de que el torneo se mudara a Guinea Ecuatorial.
La sede del partido inaugural de la Copa del Mundo en 2030 es la única que está 100% confirmada, y será el mismo escenario en el que se disputó la primera final mundialista 100 años antes, con aquel triunfo de la Celeste sobre la selección argentina por 4-2.
El segundo campo más antiguo de esta lista y uno de los más icónicos del planeta fútbol: su construcción finalizó con el Mundial de 1930 ya empezado. Posteriormente también fue sede de las finales de la Copa Libertadores y Sudamericana en 2021, pero también recibió pedidos para ser reacondicionado, debido a su infraestructura anticuada, algo que podría ir acompañado de una extensión de su capacidad para 60.000 espectadores.
A falta de confirmación oficial, se espera que la selección argentina juegue su partido inaugural en el estadio de River, dada su amplia capacidad recientemente ampliada y la alta consideración por parte de los dirigentes, cuerpo técnico y futbolistas del equipo.
Desde que se abrió en 1938, el estadio donde hace de local River sufrió una gran cantidad de modificaciones, en particular con el Mundial de 1978 en cuenta, para finalmente transformarse en el de mayor capacidad de Latinoamérica a partir de sus últimas reformas en 2023, que eliminaron la pista de atletismo y expandieron su aforo a 86.000 espectadores.
En el país de Alejandro Domínguez la cuestión es menos clara. Aunque la opción más lógica sería el Defensores del Chaco en Asunción, durante el anuncio de la candidatura sudamericana a mediados de este año se propuso la idea de un “estadio Conmebol” en Luque, que tendría una capacidad para 60.000 personas. Se desconoce si ese proyecto seguirá en pie, dadas las condiciones actuales. Otra opción es el estadio General Pablo Rojas, más conocido como La nueva Olla, propiedad de Cerro Porteño, y con capacidad para 45.000 espectadores.
Curiosamente, la construcción del principal estadio de Paraguay precede incluso la del Centenario. Inaugurado oficialmente en 1917, es uno de los campos más antiguos del continente que sigue en pie, y además de la selección paraguaya también ha sido la casa del club Olimpia.
LA NACION