Argentina cae 2-1 ante Paraguay en Asunción
(El Clarín, B. Aires) La cuestión es conocida: todos le quieren ganar al campeón del mundo. Así, cada selección entrega un poco más cuando enfrente está la Argentina de Lionel Messi, por eso los partidos de visitante últimamente suelen salir trabados, friccionados, confusos. No estuvo lúcida la Scaloneta en Asunción, entró en el laberinto que propuso Gustavo Alfaro y Paraguay dio vuelta el resultado para imponerse 2-1 en el Defensores del Chaco.
Esta vez, Lionel Scaloni metió mano en la táctica: optó por un atípico 4-2-3-1, con Julián Álvarez abierto por la izquierda -como suele hacerlo en Atlético de Madrid y como lo hizo en el duelo ante Bolivia-, con Messi iniciando recostado sobre la derecha y con Lautaro Martínez como referencia. ¿Qué movimiento extra pensó el papá de la Scaloneta? Intentó meter a Alexis Mac Allister entre los mediocampistas centrales de Paraguay. Así, el hijo del Colorado estuvo más cerca del Toro que de Enzo Fernández y de Rodrigo De Paul, quienes se repartieron el eje. Y Argentina logró una parte del trabajo porque manejó ampliamente la pelota: 77 por ciento a lo largo de los 90 minutos. Pero careció de profundidad e inteligencia para respetar su esencia.